Azerbaiyán indicó que se había apoderado de varias posiciones y destruido objetivos armenios en Nagorno Karabaj, tras combates que dejaron tres muertos y reavivaron el temor de una escalada bélica en este enclave de la cordillera del Cáucaso.
Las tropas azeríes «se hicieron con el control de varias alturas», incluyendo colinas, y están reforzando sos posiciones, indicó el ministerio de Defensa de Azerbaiyán en un comunicado.
Ambas partes informaron de la muerte de al menos dos separatistas armenios y de un soldado azerbaiyano en enfrentamientos en los alrededores de Karabaj, generando temores de una nueva guerra, después de la de 2020.
Los incidentes también corren el riesgo de socavar las conversaciones de paz que desde hace meses mantienen Azerbaiyán y Armenia, dos exrepúblicas soviéticas rivales del Cáucaso, con la mediación de la Unión Europea.
Rusia, que auspició el alto el fuego de 2020 y ha desplegado una fuerza de mantenimiento de la paz en Karabaj, acusó a las fuerzas azerbaiyanas de violar la tregua en la zona de Saribaba.
Moscú está tomando «medidas para estabilizar la situación», añadió el ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
La Unión Europea (UE) urgió a un «cese inmediato de hostilidades».
«Es esencial una desescalada, con un respeto cabal del cese el fuego y el retorno a la mesa de negociaciones para buscar una solución negociada», dijo en un comunicado el portavoz del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
Según el ministerio de Defensa azerbaiyano, un recluta murió después de que un «fuego intenso» apuntara contra una posición del ejército azerbaiyano en el distrito de Lachin, en una zona de amortiguación entre la frontera armenia y Nagorno Karabaj.
Azerbaiyán sostuvo que había llevado a cabo una operación de represalia denominada «Venganza», durante la cual «se destruyeron varias posiciones de combate de elementos armados ilegales armenios».
El ministerio de Defensa publicó un vídeo en el que se mostraban varias explosiones como resultado de los ataques a las posiciones armenias.
Dos miembros de las fuerzas separatistas armenias murieron y 14 resultaron heridos, según las autoridades del enclave, que denunciaron una «flagrante violación del alto el fuego».
– Movilización parcial –
El ministerio de Exteriores armenio instó a la comunidad internacional a tomar medidas para detener «las acciones agresivas de Azerbaiyán».
El líder de los separatistas de Nagorno-Karabaj, Arayik Harutiunian, decretó la movilización militar parcial en el territorio.
Tras una primera guerra que dejó más de 30.000 muertos a principios de la década de 1990, Armenia y Azerbaiyán volvieron a enfrentarse a finales de 2020 por el control de Nagorno Karabaj, una región montañosa que recivió el apoyo de Armenia cuando hizo secesión de Azerbaiyán.
Más de 6.500 personas murieron en esa nueva guerra, perdida por Armenia.
En virtud de un acuerdo de alto el fuego mediado por Rusia, Armenia cedió importantes territorios a Azerbaiyán.
Este acuerdo fue visto como una humillación en Armenia, donde varios partidos de la oposición piden desde entonces la dimisión del primer ministro Nikol Pashinian, al que acusan de haber hecho demasiadas concesiones.
Pese al cese el fuego, ambos países informan periódicamente de brotes de violencia y de bajas entre los soldados.
AFP.