El gobierno de Panamá concederá un permiso humanitario de hasta 30 días, prorrogable a 90, a migrantes que, por razones de seguridad, no desean regresar a sus países de origen.
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La medida está dirigida principalmente a decenas de migrantes deportados recientemente desde Estados Unidos y trasladados a un campamento en la selva del Darién, en su mayoría de origen asiático.
El ministro de Seguridad, Frank Ábrego, informó este viernes que el beneficio aplicará a 112 de los 299 migrantes que han llegado en tres vuelos desde territorio estadounidense. Los deportados fueron llevados a una estación migratoria en el Tapón del Darién.
El permiso permitirá a los beneficiados gestionar su traslado a un tercer país. Serán entrevistados por autoridades panameñas y quedarán bajo la protección de la Oficina Nacional para la Atención de Refugiados (ONPAR).
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Durante este período, podrán salir del albergue donde se encuentran, elegir su lugar de residencia y acceder a asistencia legal.