El hijo de un sanguinario exjefe paramilitar ganó las votaciones y ocupará uno de los escaños destinados a las víctimas del conflicto armado en Colombia, en una elección muy criticada por organizaciones que defienden los derechos de los afectados.
A la par con las legislativas y primarias presidenciales, los colombianos eligieron a 16 representantes de las comunidades más castigadas por la violencia. Las llamadas curules transitorias de paz forman parte del pacto que condujo al desarme de las FARC en 2016.
Con más del 97% del escrutinio y el doble de los votos de su más inmediato rival, Jorge Tovar celebró la victoria en Twitter. «Llegó el momento de cambiar la historia», escribió.
El dirigente y abogado de derechos humanos es hijo de ‘Jorge 40’, un temido paramilitar que en 2020 regresó a Bogotá después de pagar cárcel en Estados Unidos por narcotráfico. Tovar salió elegido como diputado de una zona del norte del país donde los escuadrones de ultraderecha sembraron terror.
El excomandante las Autodefensas Unidas de Colombia, que combatieron las guerrillas de izquierda a sangre y fuego, enfrenta decenas de procesos por masacres y desplazamientos. El ascenso de su hijo generó críticas en organizaciones sociales y políticos que lo ven con recelo.
«Lamentamos que a pesar de todos los intentos que hicimos las víctimas por evitar que el hijo del paramilitar ‘Jorge 40’ ocupara una de las curules de las víctimas, la corrupción y el mismo paramilitarismo se hayan quedado con este espacio», escribió el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado.
La organización se hizo eco de las supuestas denuncias sobre compra de votos a favor de Tovar. «El hijo de Jorge 40 ahora es representante de las víctimas que dejó su papá», criticó el senador izquierdista Gustavo Bolívar en la red social.
Tovar, al que no se le conocen investigaciones, no ha respondido a las acusaciones y en el pasado alegó ser víctima del conflicto armado porque tuvo que exiliarse del país.
Los comicios del domingo también supusieron un nuevo revés para el partido Comunes, conformado por exguerrilleros de las FARC que dejaron las armas para hacer política.
Si bien ya tenían asignados 10 puestos en el Congreso por el histórico pacto, los exrebeldes fueron a las urnas y obtuvieron poco más de 50.000 votos (menos del 1% del total), lejos de los 85.000 que consiguieron en las elecciones de 2018.
«Los números en las elecciones legislativas no fueron los esperados. Como partido realizaremos los análisis correspondientes», lamentó Comunes en un comunicado.
AFP.