El presidente de Chile, Gabriel Boric, llamó este jueves a «defender» una democracia «en peligro» en muchos lugares del mundo y pidió a las fuerzas progresistas en América Latina que denuncien cuando se violan derechos humanos como en Nicaragua.
«La democracia no está asegurada y por eso tenemos que defenderla», aseguró Boric durante un discurso en la histórica Universidad de la Sorbona en París, en su última etapa de una gira europea que lo llevó antes a Madrid, Bruselas y Ginebra.
El mandatario de izquierda estimó que la democracia está amenazada por la desinformación, la corrupción y las desigualdades, entre otros factores, y abogó por resolver estos problemas «con más democracia».
«Cuando relativizamos nuestros principios democráticos, según la simpatía que tengamos con el gobernante de turno (…), es cuando nuestra posición se debilita», advirtió Boric, que suele ser una voz discordante en la izquierda latinoamericana.
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«Cuando hablamos de la violación de los derechos humanos en Nicaragua, desde la izquierda no tenemos que responder: ‘Es que en Israel también, es que en Estados Unidos también’. Estos son temas que tienen que importar en sí mismos», agregó en el acto organizado por el Instituto de Altos Estudios sobre América Latina (IHEAL, por sus siglas en francés).
Una de las lecciones que, según Boric, aprendió de su viaje por Europa –donde los gobiernos viran en los últimos años a la derecha, como los sondeos auguran para España el domingo– fue la «necesidad de la unidad de los sectores progresistas».
La situación de la democracia en el mundo y el ascenso del «populismo de extrema derecha» en muchas regiones también protagonizaron el encuentro que mantuvo en la mañana con la alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, en la sede de la Alcaldía.
«Incluso 50 años después, el golpe de Estado en Chile es una llamada a la vigilancia. Nada puede darse por sentado (…) Nuestras democracias deben ser defendidas cada día», dijo Hidalgo, hija de españoles exiliados en Francia.
La regidora regaló a Boric una copia de la placa de la plaza que lleva el nombre Salvador Allende en París.
El presidente dio las gracias por la acogida de los chilenos que huyeron de la dictadura de Augusto Pinochet. Al menos 15.000 llegaron a Francia entre 1973 y 1978, según el historiador Nicolas Prognon.
Este jueves, el mandatario se reunió con la patronal Medef para presentar Chile, país productor de litio, como una tierra de inversiones y también conversó con la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay.
El viernes tiene previsto un almuerzo de trabajo con el presidente francés, Emmanuel Macron, a partir de las 13H00 (11H00 GMT).
AFP