El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, pidió perdón por causar preocupación e inconveniencias al pueblo con la declaración de la ley marcial y dejó su futuro político en manos de su partido.
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Yoon aseguró que declaró la ley marcial debido a su desesperación como presidente y prometió que no habrá una segunda vez, reseñó la agencia Yonhap.
Este pronunciamiento se produjo tres días y medio después de que impuso la ley marcial y luego se retractó tras presión de la Asamblea Nacional, luego de que 190 legisladores votaron de manera unánime rechazando la medida.
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La Asamblea Nacional, entretanto, se encuentra lista para someter a votación una moción de destitución contra el presidente surcoreano este mismo sábado por su declaración sorpresa de la ley marcial.