Las conversaciones sobre el acuerdo nuclear iraní se reanudaron discretamente el martes en Viena, con la esperanza de los países occidentales de llegar a un acuerdo en las próximas semanas.
Las distintas delegaciones volvieron de nuevo a la capital austriaca para celebrar una serie de reuniones en el Palacio Coburgo, el hotel de lujo donde tienen lugar las discusiones entre Irán y las restantes partes del acuerdo (Alemania, China, Francia, Reino Unido y Rusia).
A su llegada, el negociador iraní Ali Bagheri no dijo ni una palabra a la prensa. Tampoco lo hizo el coordinador de la Unión Europea, Enrique Mora, que está supervisando el proceso e informando a los estadounidenses, presentes en Viena aunque no participan directamente.
Tras su última reunión de enero, los diplomáticos pidieron «decisiones políticas» tras los «avances» realizados durante ese mes, que habían roto un largo bloqueo.
Desde Washington, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, se mostró «esperanzado» en un resultado rápido, aunque sigan existiendo importantes diferencias.
«Ambas partes han mostrado su disposición», dijo. «Hay una oferta estadounidense. Hay una contraoferta. (…) No sé si va a durar una semana, dos semanas, tres semanas, pero desde luego estamos en las últimas fases de la negociación», aseguró.
La víspera, Estados Unidos no ocultó su impaciencia. «A pesar del progreso», las conversaciones «han llegado a una etapa en la que una conclusión se vuelve urgente», declaró a la AFP un portavoz del Departamento de Estado estadounidense.
«Se vislumbra un acuerdo que aborde las principales preocupaciones de todas las partes, pero si no se alcanza en las próximas semanas, los avances nucleares de Irán harán imposible nuestro regreso» al texto de 2015, agregó, en alusión al acuerdo marco suscrito en ese año.
Las conversaciones empezaron a principios de 2021.
AFP