El gobierno británico confirmó este sábado 14 de junio el traslado de activos militares, incluidos aviones de combate, a la región de Medio Oriente como medida de apoyo de contingencia a sus bases en la zona. La decisión fue anunciada por el primer ministro Keir Starmer en el marco de la cumbre del G7 en Canadá.
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El despliegue se produce en medio de una escalada de ataques entre Israel e Irán, que ha encendido las alarmas en la comunidad internacional. Starmer evitó detallar si el Reino Unido brindará asistencia directa a Israel para interceptar ataques iraníes, pero subrayó que se trata de decisiones operativas en una situación “en evolución”.
La medida también responde a amenazas recientes de Teherán, que advirtió con atacar bases británicas, estadounidenses y francesas si estos países colaboran con Israel en la defensa de su territorio.
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El Reino Unido ya mantiene presencia militar en la región como parte de sus operaciones en Irak y Siria, pero este nuevo movimiento refuerza su postura estratégica ante un posible agravamiento del conflicto.