Un jueza británica rechazó este lunes 4 de enero, la extradición a Estados Unidos del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, acusado por ese país de presunto espionaje e intrusión informática, al considerar que sería «opresiva» y perjudicial para su salud mental.
El dictamen del Tribunal de ese país consideró “demostrado” que el australiano de 49 años presenta riesgo de suicidio y podría quitarse la vida si es procesado en Estados Unidos, donde probablemente sería retenido en condiciones de confinamiento.
Por su parte, EE.UU afirmó que apelará la decisión. El Gobierno de la nación norteamericana acusa a Asaange de 18 delitos de espionaje e intrusión informática y pide su extradición por haber conspirado presuntamente con el exsoldado estadounidense Bradley Manning en 2010 y con otros «hackers» entre 2007 y 2015 para obtener y publicar ilegalmente información secreta en su portal.
Los defensa del australiano argumenta que estaba actuando como periodista y que tiene derecho a las protecciones de la Primera Enmienda de la libertad de expresión por publicar documentos filtrados que exponían irregularidades militares de EEUU, Irak y Afganistán.
Antes esto, la jueza rechazó las afirmaciones de sus abogados de que Assange, aseverando que su «conducta, si se prueba, equivaldría a delitos en esta jurisdicción que no estarían protegidos por su derecho a la libertad de expresión».
Sin embargo, la magistrada señaló que Assange sufre una depresión clínica que se ha visto acentuada en los últimos meses y que se agravaría por el aislamiento que probablemente enfrentaría en una prisión estadounidense, y consideró que Assange tiene el «intelecto y la determinación» para eludir cualquier medida de prevención del suicidio que las autoridades pudieran tomar.