Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, dio un portazo a la posibilidad de ir a un diálogo de paz con Ucrania, asegurando que para que se dé, el «enemigo» debe «venir arrastrándose de rodillas, suplicando clemencia».
El también expresidente, uno de los principales halcones de Rusia, afirmó respecto a la reunión de Yeda que “es difícil criticar en deseo a poner fin a una guerra”.
Dijo que cualquier propuesta de paz solo puede ser exitosa si cumple tres condiciones básicas.
“La primera: la participación de ambas partes del conflicto, algo que no sucede”, ya que Rusia no fue invitada a dicha reunión, indicó.
“La segunda: tomar en cuenta el contexto histórico. Y es el siguiente: Ucrania no existía como país antes de 1991. Es una esquirla del Imperio ruso”, dijo.
Concluyó que también es necesario “tomar en cuenta la realidad actual”, que en su opinión radica en que “Ucrania está en una fase de semidescomposición, y parte de sus territorios retornaron a Rusia”.
“El intermediario que esté dispuesto a reconocer estos aspectos evidentes, tiene oportunidad para el éxito. El resto, ninguna”, zanjó.
Tras las frustradas negociaciones de paz de Estambul de abril de 2022, Rusia se opone al diálogo con Ucrania para poner fin al conflicto. Ucrania, por su parte, exige como condición para el inicio de las negociaciones la retirada de las tropas rusas a las fronteras de 1991, que incluirían la anexionada península de Crimea, liberación de todos los prisioneros de guerras y considerables reparaciones, algo que Rusia considera inadmisible.
Con información de Infobae