Durante una conversación telefónica entre los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Irán, Masud Pezeshkian, ambos líderes manifestaron su apoyo «incondicional» al régimen del presidente sirio Bachar al Asad frente a la ofensiva de los grupos rebeldes islamistas en Siria.
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En un comunicado, el Kremlin informó que Putin y Pezeshkian expresaron su respaldo a las acciones legales del gobierno sirio para restablecer el orden constitucional y la integridad territorial del país, en respuesta a la agresión de «grupos terroristas y formaciones armadas» que buscan desestabilizar el régimen sirio.
Los mandatarios subrayaron la importancia de coordinar esfuerzos diplomáticos dentro del formato de Astaná, que incluye a los tres países garantes del alto el fuego: Rusia, Irán y Turquía. Además, el viceministro de Exteriores ruso, Andréi Rudenko, afirmó que no se descarta una reunión tripartita entre las naciones involucradas.
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El gobierno ruso reconoció haber bombardeado, en coordinación con el ejército sirio, las posiciones rebeldes en las provincias de Idlib, Hama y Alepo. La aviación rusa ha estado involucrada en ataques aéreos contra los insurgentes, según reportes de medios oficiales y del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.