Rusia presentó el jueves a sus 14 socios del Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución para extender la autorización de ayuda transfronteriza a Siria por seis meses, para lo cual solicitó una votación el viernes, según indicaron a la AFP fuentes de la ONU y diplomáticos.
Este texto de la representación rusa, presentado en la mesa del Consejo justo después de la formalización del proyecto propuesto por Irlanda y Noruega que pedía una prórroga de un año, evoca una «posible prórroga» posterior tras un análisis del secretario general, adelantó una de las fuentes.
Esta es la primera vez que Rusia, que tiene poder de veto en el Consejo y es un aliado incondicional del gobierno sirio, plantea la posibilidad de extender la autorización.
Anteriormente, Moscú había querido bloquear la ayuda transfronteriza, sosteniendo que continuar proporcionándola sin la aprobación de Damasco violaba la soberanía de Siria.
Estados Unidos ha subrayado en las últimas semanas que veía la renovación de la autorización de la ONU como una prueba de posible cooperación entre Rusia y Washington, tras la reunión sostenida en junio en Ginebra, Suiza, entre el presidente estadounidense Joe Biden y su homólogo ruso Vladimir Putin.
Durante la reunión, Biden había pedido una extensión de la ayuda transfronteriza, que expirará el sábado.
Los suministros de asistencia en Siria, donde la ONU estima que 12,3 millones de personas, o la mayoría de la población necesitan de ella, pueden ingresar al momento por un solo cruce: Bab al Hawa en la frontera turca.
El borrador propuesto por Irlanda y Noruega, dos miembros no permanentes a cargo del componente humanitario en Siria, prevé una prórroga de un año de la autorización para pasar por Bab al Hawa, tal como demandan la ONU y múltiples organizaciones humanitarias.
Renovar la autorización «por al menos 12 meses es una línea roja» para Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia y varios otros miembros, aseguró un diplomático a la AFP bajo condición de anonimato.
Washington, Londres y París, todos miembros permanentes del consejo, tienen poder de veto. De su lado, desde el comienzo del conflicto en Siria hace una década, Rusia ha utilizado su veto 16 veces en resoluciones relacionadas y China 10 veces.
El viernes, el Consejo deberá votar técnicamente primero sobre la resolución occidental antes de votar sobre la de Rusia. Un escenario similar se dio a fines de 2019, cuando Rusia, junto con China, había vetado el borrador occidental.
«Que comiencen los juegos», señaló a la AFP otro diplomático, también en forma anónima, luego de que se anunciaran los dos borradores. Hasta el momento de la votación, aún se podrían llevar a cabo negociaciones para llegar a un consenso sobre un texto único.