Los equipos de rescate en Taiwán continúan desplegando esfuerzos incansables este jueves para salvar a las personas atrapadas en túneles y carreteras remotas después de un devastador terremoto que azotó la región el día anterior, cobrando la vida de al menos nueve personas y dejando a más de 1,000 heridas.
La ciudad de Hualien, la más cercana al epicentro del terremoto, fue duramente golpeada, con decenas de edificios gravemente dañados e incluso algunos completamente inclinados debido a la fuerza del sismo. Muchos residentes se vieron obligados a pasar la noche a la intemperie, temerosos de las réplicas y el riesgo de derrumbes.
«Espero que hoy podamos aprovechar el tiempo para encontrar a todas las personas atrapadas y desaparecidas», declaró el primer ministro Chen Chien-jen desde el centro de operaciones de emergencia en Hualien, destacando la urgencia de las labores de rescate.
Los equipos de rescate están trabajando arduamente para localizar y liberar a las personas atrapadas en la red vial de este condado, conocido por su terreno montañoso y sus numerosos túneles que conectan con la ciudad de Hualien.
Un edificio emblemático en la zona se convirtió en símbolo del terremoto al quedar inclinado en un ángulo imposible de 45 grados, con partes de su primera planta colapsadas.
El sismo, estimado en una magnitud de 7.4 por el Servicio Geológico de Estados Unidos, es el más poderoso que ha golpeado Taiwán desde 1999, cuando un terremoto de 7.6 cobró la vida de 2,400 personas.
Aunque el temblor desencadenó alertas de tsunami en Taiwán, Filipinas y Japón, estas fueron levantadas poco después sin que se registraran grandes daños.
Los esfuerzos de rescate continúan mientras Taiwán se recupera de este desastre natural que ha dejado una profunda huella en la región.