Millones de sirios en las zonas controladas por los rebeldes en el noroeste del país podrían perder el acceso a ayudas esenciales en unas semanas si la ONU no prolonga la autorización de la ayuda transfronteriza, que expira el domingo, afirmó un responsable rebelde.
La entrega de ayuda de la ONU a través del paso de Bab al-Hawa, en la frontera entre Siria y Turquía, tiene que suspenderse el domingo a medianoche, tras el veto de Rusia el viernes a prolongar este tipo de ayuda un año sin la aprobación del régimen de Damasco.
Los 10 miembros no permanentes del Consejo de Seguridad deberán proponer una prolongación de nueve meses para salir del bloqueo, según fuentes diplomáticas.
Pero por ahora, no se ha llegado a ningún acuerdo.
«Por el momento, no tenemos ninguna información sobre el mecanismo que se aplicará en el próximo periodo», declaró el domingo Mazen Allouch, un responsable rebelde en el paso de Bab al-Hawa.
«Los grupos humanitarios colaboradores de la ONU, que operan en las zonas libres (del control del régimen), tienen un plan de intervención de urgencia», en caso de que la autorización de la ONU no sea prolongada, agregó.
Pero, según él, las reservas disponibles no alcanzarán «más de un mes».
En vigor desde 2014, esta ayuda humanitaria internacional está destinada a los más de 2,4 millones de personas de la región de Idlib (noroeste), en gran parte bajo control de los grupos yihadistas y rebeldes.
AFP