Tres civiles murieron este sábado en el bombardeo de un dron turco contra un campo de refugiados en el norte de Irak que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazó recientemente con «limpiar», dijo un diputado kurdo a la AFP.
Turquía acusa a las autoridades iraquíes de inacción y bombardea regularmente el norte del país vecino para desalojar a los combatientes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), un grupo rebelde turco que él y sus aliados occidentales consideran «terrorista».
El bombardeo se produjo horas después de una emboscada del PKK que dejó cinco muertos entre los peshmerga, los combatientes del Kurdistán iraquí, aliado de Ankara.
Rashad Galali, un diputado kurdo de Makhmur, dijo a la AFP que el bombardeo con dron tuvo como objetivo «una guardería de niños cerca de una escuela» en el campo de Makhmur, que alberga a refugiados kurdos de Turquía.
«Tres civiles murieron y dos resultaron heridos», indicó, precisando que no murió ningún niño.
A principios de semana, Erdogan había mencionado el campo de Makhmur, en Irak pero fuera del Kurdistán, a 250 km de la frontera turca, donde las autoridades de Ankara suelen acusar al PKK de imponer la ley.
Lo comparó con los montes Qandil, en la frontera oriental de Irak, la base más importante del PKK, que libra desde 1984 una sangrienta guerrilla en territorio turco que ya dejó más de 40.000 muertos.
«Para nosotros, el tema de Makhmur es tan importante como Qandil. ¿Por qué? Porque Makhmur es casi la incubadora de Qandil […] Y si no intervenimos, esta incubadora va a seguir produciendo [terroristas]», dijo el mandatario turco.
«La ONU no limpia este lugar, nosotros nos encargaremos», amenazó. Su país lleva a cabo desde abril una campaña contra el PKK en Irak.
El uso de drones es para los expertos una «revolución» militar porque permiten localizar, identificar y eliminar objetivos en unos minutos.
Turquía los prefiere por su eficacia y su bajo coste para atacar al enemigo antes que adentrarse a pie o en blindados en zonas muy complicadas.
Irak denuncia regularmente las violaciones de su territorio y de su soberanía, pero Turquía ha instalado de facto en los últimos 25 años una decena de bases militares en el Kurdistán iraquí.
Bagdad ha convocado en varias ocasiones al embajador turco pero nunca ha tomado medidas fuertes contra el país, que es uno de sus principales socios comerciales.
El PKK, que se niega a reconocer el gobierno kurdo iraquí y milita por un Kurdistán unificado a caballo entre Siria, Turquía, Irak e Irán, es enemigo de las autoridades turcas, pero también de las de Erbil, la capital del Kurdistán iraquí.