El gobierno de Panamá informó que estudia cerrar la frontera con Colombia ante el drástico incremento del flujo de migrantes que atraviesa la selva del Darién, cuya cifra asciende hasta más de 307.000 personas en lo que va de año.
“Nosotros tratamos de buscar la cooperación internacional con los países de origen y de tránsito (de migrantes). Pero ha sido difícil, por ejemplo, cuando llegan los niños, ¿qué es más fácil?, evitar que esos niños inicien ese trayecto de Necoclí y Turbo en Colombia. Esto para que no vengan y se vean en riesgo en la selva porque cuando llegan acá (Panamá) vienen impactados. Entonces el enfoque no es Panamá”, dijo el ministro de Seguridad Pública de Panamá, Juan Manuel Pino.
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“Nosotros tenemos el apoyo de algunas oenegés, pero no ha sido suficiente. Hemos agotado todas las instancias ante una movilidad humana muy grande. Estamos recibiendo cerca de 2.000 a 3.000 personas diariamente”, agregó.
Poco apoyo de Sudamérica
Panamá considera “insuficientes” los trabajos de “países del sur” para detener el tránsito irregular por este corredor selvático. Según cifras oficiales panameñas, en lo que va del 2023 han cruzado más 307.000 migrantes. Dicho número supera las 248.000 personas registradas el 2022 por esa ruta.
“La comunicación y el manejo que ha tratado de darle Panamá a través de la cooperación internacional ha caído en oídos sordos, hay países del sur que no le están prestando la debida responsabilidad a este tema y lógicamente Panamá tiene que tomar sus decisiones internas y externas”, añadió en la IV Reunión Plenaria de la Conferencia Regional sobre Migración y la Conferencia Suramericana sobre Migraciones, que se realiza en el país centroamericano.
Con información de VOA