La argentina Cecilia Todesca Bocco cree que el Banco Interamericano de Desarrollo, que aspira a presidir, debe invertir en «ejes transformadores», como el medio ambiente, y favorecer la inversión privada para que América Latina sea un «eslabón» productivo, según señaló en entrevista con la AFP.
La actual secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la cancillería argentina compite con candidatos de Brasil, México, Chile y Trinidad y Tobago por la presidencia de la institución, que se decidirá el próximo domingo si antes no se logra un consenso para una única candidatura.
Mientras las negociaciones prosiguen entre bastidores, esta economista de 51 años se encuentra en Washington para defender su visión del BID.
Está convencida de que el banco «puede transformarse o profundizar sus capacidades como un instrumento para el desarrollo de la región».
«No da lo mismo donde uno pone el dinero, y el dinero nunca sobra», por eso hay que «tratar de encontrar los ejes que puedan ser más transformadores»: las brechas de productividad, la exclusión social, la exclusión territorial, el impacto del cambio climático y el problema de la distribución de las tareas de cuidado, es decir quién se hace cargo de que un hogar funcione, «un factor muy importante» para la emancipación de la mujer.
América Latina cuenta con ventajas nada desdeñables para convertirse en un «eslabón de desarrollo», como la riqueza de recursos naturales, de alimentos, de energía renovable y no renovable y mucha gente joven.
«En este mundo tan complejo, con estas perspectivas tan sombrías, nosotros vemos una oportunidad concreta que tiene que ver con la cadena regional de valor», con «agarrar algunos de estos temas y utilizarlos como vector de desarrollo».
Pone como ejemplo el cambio climático.
«Para la región no va a ser lo mismo si solo va a importar las tecnologías que van a tener menor impacto en el ambiente desde otros lugares o va a poder ser parte del desarrollo de esas tecnologías».
«Si logra constituir esos eslabones, entonces va a generar empleo, con derechos y buenos salarios que van a transformar la región», afirma.
Pero el BID, una institución «madura» y «bien vista en la región», no debe actuar solo.
– El papel de la inversión privada –
«Nunca el BID con el tamaño que tiene, ni multiplicado por diez, puede ser un sustituto de la inversión privada», sostiene.
«Hay que buscar los instrumentos más eficientes para que el BID sea un disparador, un catalizador, un promotor de la inversión privada», porque «en la región las tasas de inversión son bajas comparadas con los países desarrollados y eso es algo que también hay que ir transformando».
El momento actual «es un punto de inflexión, lo muestran todos los indicadores. (…) Enfrentamos problemas severos y necesitamos articular políticas en términos, por ejemplo, del cambio climático aquí y ahora, y muy fuertes».
Eso «requiere una corriente de recursos muy importante, lo que no quiere decir que uno no pueda mejorar y hacer más eficiente lo que ya tiene», asegura.
El próximo presidente del BID sustituirá al estadounidense Mauricio Claver-Carone, destituido después de que una investigación concluyera que dispensó un trato de favor a una subalterna con la que mantenía una relación sentimental.
Todesca Bocco ve con buenos ojos que el próximo titular del BID sea latinoamericano, «porque cada uno de nosotros» vivimos «cotidianamente los problemas del desarrollo y somos economías diferentes a la de Estados Unidos».
Para ella venir de Argentina, un país con crisis económicas recurrentes, suma, porque le permite tener «bien claro cuáles son los problemas de desarrollo de los países de ingreso medio, cuál es el impacto de la deuda, cuáles son los problemas del bimonetarismo (uso de dos monedas), todas las capacidades de la región».
«¿Es un peso para mí ser la candidata de Argentina? No, porque traigo en mi cartera todos los problemas de la Argentina, es decir que tengo bien clara la complejidad de los problemas del desarrollo», concluye.
AFP