Congresistas estadounidenses pidieron el martes la evacuación de miles de aliados en Afganistán, temiendo un baño de sangre en momentos en que Estados Unidos pone fin a su guerra más larga, aunque la Casa Blanca desestimó los temores de que el gobierno de Kabul se desmorone rápidamente.
Unos 18.000 intérpretes afganos, comandos y otras personas que apoyaron a las fuerzas estadounidenses están a la espera de que se decidan sus visados para emigrar a Estados Unidos, un retraso que, según los legisladores, podría llevar más de dos años.
«No podemos permitir que Kabul se convierta en otro Saigón», dijo en una audiencia Mike McCaul, representante republicano de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, recordando el caótico traslado de personas en helicóptero cuando Vietnam del Sur, aliado de Estados Unidos, cayó a manos del Norte en 1975.
McCaul mostró un mensaje de texto de un soldado de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos sobre un colega afgano que teme que los talibanes le maten después de septiembre, la fecha límite fijada por el presidente Joe Biden para la retirada.
«Me preocupa que su predicción -muchas predicciones- se cumpla y esta gente sea masacrada por los talibanes», aseguró.
Agregó que Estados Unidos debería considerar la posibilidad de trasladar por vía aérea a los afganos con solicitudes pendientes a un tercer país, como Bahrein, Kuwait o los Emiratos Árabes Unidos, para la tramitación del visado.
El representante Brian Mast expresó si rodeos que «ninguno de nosotros quiere que se decapite por internet a alguno de estos individuos que trabajaron con nosotros»
Zalmay Khalilzad, el negociador de Estados Unidos en Afganistán, prometió que el Departamento de Estado agilizaría los visados, pero también advirtió de que no se debía presuponer «que el peor de los casos es inevitable».
«Personalmente creo que las predicciones de que las fuerzas afganas se derrumbarán de inmediato no son correctas», afirmó.
Con información de AFP