Podrán volar sobre el mar a una velocidad de Mach 1.7, el doble de la que puede alcanzar la aeronave comercial más rápida de la actualidad.
Son los aviones Overture, una nueva generación de aeronaves supersónicas que aspiran a llenar el vacío que dejó en el mercado aéreo la salida del mítico Concorde.
Esta martes, la aerolínea estadounidense American Airlines anunció un acuerdo con Boom Supersonic, la empresa fabricante del Overture, para adquirir 20 de estos aviones, aunque con opción de adquirir otros 40 adicionales.
American Airlines aseguró que espera contar así con la mayor flota comercial supersónica del mundo con la que espera volar desde Miami a Londres en menos de cinco horas o desde Los Ángeles a Honolulu en apenas tres horas.
Esta aerolínea no es, sin embargo, la primera en adquirir este modelo, pues ya en junio de 2021 United Airlines firmó un acuerdo con Boom para comprar 15 unidades, con opción a otras 35 adicionales.
Los vuelos comerciales supersónicos en el mundo fueron suspendidos en 2003, cuando dejó de operar el último Concorde en servicio, que fue retirado por motivos de seguridad, luego de que el 25 de julio del año 2000 una nave de este tipo sufriera un accidente en el aeropuerto Charles de Gaulle de París que le costó la vida a 113 personas.
El Overture estará diseñado para transportar entre 65 y 80 pasajeros con un alcance de unos 7.800 kilómetros.
De acuerdo con su fabricante, la aeronave de cuatro motores podrá operar en más de 600 rutas lucrativas alrededor del mundo.
Boom asegura haber incorporado en su diseño criterios de sostenibilidad ambiental, por lo que su objetivo es que sus vuelos sean de emisiones de carbono cero.
Se trata de un tema complejo pues la industria del transporte aéreo es criticada por ser una de las más contaminantes.
Ante ese reto, la empresa asegura estar realizando una búsqueda exhaustiva entre proyectos de combustibles sostenibles para aviones con miras a resolver el problema de la emisión de gases de efecto invernadero.
Por ahora, aseguran, el mejor combustible de este tipo en el mercado ofrece una reducción de 80% de CO2 en su ciclo de vida en comparación con el combustible convencional.
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