El gobierno del presidente estadounidense Joe Biden les advirtió a las farmacias que no discriminen a las mujeres que busquen surtir sus recetas de medicamentos para la salud reproductiva, incluidos los que pudieran utilizarse para interrumpir un embarazo.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) dijo el miércoles que las farmacias que reciben recursos federales de programas como Medicare y Medicaid no pueden discriminar en la forma en que suministran medicamentos o aconsejan a pacientes sobre las recetas.
La agencia destacó que discriminar a personas con base en su embarazo o condiciones relacionadas constituiría una forma de discriminación sexual.
El anuncio tiene lugar en un momento en que el gobierno intenta garantizar el acceso de las mujeres a los servicios de salud reproductiva tras el fallo de la Corte Suprema el mes pasado que puso fin al derecho constitucional al aborto.
El lunes, el gobierno les dijo a los hospitales que “deben” proveer servicios de aborto si la vida de la madre está en peligro. El gobierno indicó que la ley federal sobre las directrices para tratamientos de emergencia tiene preeminencia sobre las leyes estatales en las jurisdicciones que ya prohíben la interrupción del embarazo sin excepción alguna. Ahora todos los estados tienen una excepción a favor de la vida de la madre.
Biden también ha firmado una orden ejecutiva para intentar proteger cierto acceso al aborto, pero ha reconocido que su gobierno tiene límites en cuanto a lo que puede hacer. Hizo notar este mes que sería necesaria una ley del Congreso para restaurar el acceso a nivel nacional a los servicios de aborto, y exhortó a las personas indignadas con el fallo de la Corte Suprema a que salgan a votar en noviembre.
“Estamos comprometidos a garantizar que todas las personas puedan acceder a la atención médica, libres de discriminación”, dijo el secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, en un comunicado. “Esto incluye el acceso a los medicamentos que requieren receta para la salud reproductiva y otros tipos de atención”.
En sus directrices a las farmacias, el departamento presentó diversos ejemplos hipotéticos de posible discriminación. Incluyen que una farmacia se rehúse a surtir una receta de mifepristona seguida de misoprostol para ayudar en caso de complicaciones de un aborto espontáneo tras la pérdida del feto. Esa combinación de medicamentos también es utilizada comúnmente en los abortos inducidos con fármacos.
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