El dictador Nicolás Maduro llegó este viernes a Turquía para participar en el acto de toma de posesión del mandatario de ese país, Recep Tayyip Erdogan que obtuvo la reelección en segunda vuelta electoral a finales de mayo.
Junto a su esposa, Cilia Flores, y otros altos representantes de su régimen, entre ellos el canciller Yván Gil, Maduro fue recibido por varios funcionarios gubernamentales en el aeropuerto internacional Esenboga en Ankara, de acuerdo a imágenes divulgadas por el canal del Estado y publicadas en Twitter.
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En junio del año pasado, días después de cuestionar su exclusión de la IX Cumbre de las Américas, Maduro llevó a cabo una sorpresiva gira por varios países euroasiáticos y africanos que lo llevó a Turquía, Irán y Argelia, entre otros países, donde cuestionó las sanciones de la comunidad internacional.
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En ese entonces Venezuela y Turquía suscribieron acuerdos bilaterales en materia de turismo, agricultura y finanzas. Maduro dijo que era el “momento para los inversionistas de Turquía en Venezuela” y aseguró que “están todas las garantías” desde el punto de vista jurídico, legal, económica y política.
En noviembre del 2022 ocurrió un escenario inimaginable en 2019 cuando casi 60 países cuestionaron su legitimidad por considerar que el proceso en el que resultó reelecto en 2018 fue “fraudulento”. Maduro acudió a la Conferencia de Naciones Unidas para el Cambio Climático (COP27) en Egipto, donde, aunque sin estar planificadas, mantuvo conversaciones informales con el mandatario francés, Emmanuel Macron; el enviado presidencial de EEUU para el Clima, John Kerry y el primer ministro de Portugal, António Costa.
Los episodios, en su momento fueron subestimados por varios sectores, pero algunos expertos le otorgaron una lectura más amplia y contextualizada en el marco del pragmatismo consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania y las necesidades energéticas de varios países que se ven obligados a “priorizar” sus intereses.
Esta semana Maduro volvió a la escena internacional al participar en la cumbre de presidentes sudamericanos celebrada en Brasil y recibir un espaldarazo del presidente de ese país, Luiz Inácio Lula Da Silva que ha sido cuestionado por haber asegurado que el autoritarismo en Venezuela es una “narrativa construida”.
VOA