Me gustó el ensayo del padre Luis Ugalde: En Isnotú No hay médico. El desprendimiento no es un valor sólo espiritual. También lo es profundamente político. “Del NO a la democracia puede salir la democracia de dos maneras, con sangre y muerte, como fue el fin del horror nazi, o por la vía pacífica con diversas formas de acuerdos y convenios entre dictadura y opositores”. El arte de la política es el arte de lo posible…pero es preciso determinar el justo medio entre lo moral y lo pragmático. Veamos.
El árbitro eres tú…
Sin duda a tenor de múltiples eventos electorales empapados de ventajismos, artificiosos y parcialidad, las razones para creer, no son buenas. Desde una visión normativa, menos. El mundo lo sabe. Lo que llaman “branch electoral” [nuestro CNE]no goza de buen prestigio. Además, producto de un poder ilegítimo, difícil creer pueda generar eventos legítimos. Pero la política no se agota en la legitimidad o legalidad de los eventos. También comporta utilidad y trascendencia histórica para legitimar. Cuando estamos ante una pelea muy desigual votar no es un fin en sí mismo. Es una herramienta poderosa de motivación y removilización. ¿Para elegir? De pronto no. Pero si para el cambio. Un factor de movimiento y empoderamiento ataviado en la protesta cívica, inteligente, contundente y masiva. La piedra en el entrecejo que derribó a Goliat.
Ugalde nos dice: “Hoy en Venezuela para pasar de la dictadura a la democracia es necesario obligar al régimen a aceptar que la mejor salida para el país y para ellos mismos es la vía democrática con elecciones…” ¿Cómo se digiere eso?: Con organización, acuerdos mínimos, observancia ¡y calle!
Agrega el S.J.: “El régimen y el CNE tienen que demostrar que aceptan elecciones locales, regionales, presidenciales libres, justas y transparentes, devolviendo las libertades y partidos secuestrados, desatando las cadenas de los MCS y soltando a los presos políticos, con observación internacional”.
El dilema es entender la dimensión política que deseo enfrentar y la proporcionalidad entre el riesgo y el resultado. Ir sólo a elecciones regionales es un apocamiento peligroso, un deja vú. El reto debe ser a “campo abierto” como David contra Goliat. Ordenados: alineados, formados y enfilados. No es ir a una zafra con sin cosecha. David fue por todo, ‘por la gloria de un pueblo [Israel] oprimido por los filisteos.
La piedra de David
Goliat salía todos los días y desafiaba al ejército israelita diciendo: «¿Por qué están todos en orden de batalla? Yo soy filisteo, y ustedes son siervos de Saúl. Así que elijan a un hombre y mándenlo a pelear conmigo. Si él gana, los filisteos se convertirán en su esclavo. ¡Me río del ejército de Israel! ¡Los desafío a que envíen a uno de sus soldados a pelear conmigo!» Saúl y el ejército oían el desafío de Goliat y tenían mucho miedo…Porque teme el que se obliga acompañar bocazas.
Los pasajes bíblicos son sabios, colmados de dignidad. Pero lo moral también debe venir acompañado de lo pragmático. Ser como unas bestias-León y zorra-le respondió Dante a Guido de Montefeltro [estratega Militar que aconsejó a Bonifacio VIII no entrar en disputas que vulneraran su legitimidad], es estar condenados a la maldad. Sólo la razón vence y nos salva del fuego eterno, de la perdición. Por eso Dios hizo al ser humano, consciente y pensante. “La virtud siempre debe estar por encima de las bestias”, decía el autor de la divina comedia, recordando su origen en el canto XXVII del infierno, que se sitúa en la octava fosa del octavo círculo, donde fue enviado y sepultado Guido Montefeltro. No disputar la legitimidad es temer a la autoridad del pueblo. Un mal consejo. Pero peor es defraudar [al pueblo]…
Su paisano, el florentino Maquiavelo, le contradice y apela a la dualidad. “El príncipe debe ser a ratos fuerte como un león y astuto como una leona”. Pero la historia demostró que los excesos de la fuerza y de la astucia, conducen a la VIIII fosa.
Entonces, ¿cuál es el justo medio diría Confucio? La búsqueda de la verdad. Sin triunfalismos. La contienda-aún siendo desigual-revela verdades. Es la inteligencia vs. la barbarie. “Goliat empezó a atacar a David, acercándose más y más a él, pero David corrió a encontrar a Goliat. David tomó una piedra de su bolsa, la puso en su honda y la lanzó. La piedra salió disparada de la honda y le pegó a Goliat exactamente entre sus ojos. Con la piedra incrustada profundamente en la cabeza, Goliat cayó al suelo, con la cara hacia abajo. Así fue como David derrotó al filisteo, con sólo una honda y una piedra.” Saúl y el resto, se voltearon y se marcharon. El temor había acabado…
La piedra es la verdad y la honda es la voluntad…Voluntad que tira verdades. El pueblo rechaza vivir oprimido, abatido de miedo, miseria y muerte. El padre Ugalde abre el sendero del tiempo. Interpretar los nuevos tiempos. Y nos dice: “Si en unos pocos meses no se garantizan esas condiciones procede su renuncia [rectores oposición] con el respaldo del país movilizado para votar y el apoyo internacional hasta obligar al régimen a devolver la democracia y la Constitución secuestradas”.
Ordenémonos. No como una zorra o como un león. Simplemente como ciudadanos. Virtuosos. Arrojados de desprendimiento y valor, pero también de arte y utilidad.
“Cuando los filisteos vieron su gigante caer, se dieron la vuelta y salieron corriendo…” Ese día, habremos derrotado el miedo. !Y saldrán corriendo…! Fin de la cita…