Hoy, 4 de febrero, debería ser declarado el Día Nacional del Fake News.
Mientras otros líderes del 4F arriesgaron sus vidas y lograron cumplir, total o parcialmente, con sus objetivos, el que se escondió, el que fracasó por completo y no logró nada, terminó siendo condecorado por los medios como el “héroe” de la fracasada intentona.
Carlos Andrés Pérez, quien había sido electo con casi 4 millones de votos (¡más de los que obtuvo Chávez una década después!), fue demonizado y convertido en el gran villano, mientras que el comandante menos efectivo de la intentona golpista fue glorificado como el “redentor de los pobres”.
Treinta y tres años después, la historia es clara: Chávez fue una farsa, el mayor Fake News de nuestra era. Puro cuento, puro show, pura manipulación.
La pregunta obligada es: ¿Cómo se sentirán hoy los militares del 4F, aquellos que arriesgaron sus vidas y fueron encarcelados por sus acciones, al ver que Nicolás Maduro—sin mérito civil ni militar—se quedó con el poder como el “heredero supremo” del chavismo?
Y de ñapa, Maduro logró lo que parecía imposible: el cambio, pero de malo para peor.
¡Feliz Día del Fake News!
Una fecha para recordar cómo una mentira bien contada puede hundir a toda una nación.
Roberto Marrero
Ex-preso político actualmente en el exilio