Un incendio ardía el martes de madrugada en un aeropuerto en la región sureña rusa de Kursk, cerca de la frontera con Ucrania, según informó el gobernador regional, que culpó a un ataque de drone.
El fuego se produjo al día siguiente de que Moscú culpara a Kiev de los ataques de drones en dos bases aéreas en el interior de Rusia y lanzara otra ronda de ataques de misiles contra territorio ucraniano.
“Como resultado de un ataque de dron, una reserva de crudo se incendió en la zona del aeropuerto de Kursk. El incendio se está conteniendo. Todos los servicios de emergencia trabajan en el lugar”, dijo el gobernador de Kursk, Roman Starovoy, en una publicación en Telegram.
El aeropuerto de Kursk fue cerrado para la aviación civil el 24 de febrero, día del inicio de la campaña militar rusa en Ucrania.
Los sucesos sin precedentes en Rusia amenazaban con una gran escalada de la guerra iniciada hace más de ocho meses. Uno de los aeródromos alcanzados alberga bombarderos capaces de llevar armas nucleares.
Los sucesos mostraron la vulnerabilidad de algunos de los puntos militares rusos más estratégicos y plantearon dudas sobre la efectividad de sus defensas aéreas si los drones pudieron acercarse tanto.
El Ministerio ruso de Defensa no aclaró de dónde habían salido los drones, aunque blogueros militares rusos dijeron que probablemente los habían lanzado exploradores ucranianos. Según las autoridades rusas, los drones fueron interceptados, pero los restos cayeron y explotaron en los aeródromos.