Al menos seis personas murieron y 19 resultaron heridas por ataques rusos con misiles en Ucrania, uno de ellos contra el puerto de Odesa, en momentos en que las fuerzas ucranianas reivindican pequeños avances en el frente.
En Odesa, en el sur, tres personas murieron en un ataque con misiles de crucero Kalibr que alcanzó un depósito comercial, dijo en Telegram Sergiy Bratchuk, portavoz de la administración militar de esta gran ciudad portuaria a orillas del mar Negro.
Siete personas resultaron heridas en ese lugar y «puede haber gente bajo los escombros», indicó en un comunicado el alcalde de Odesa, Guennadii Trujanov.
Además seis personas más resultaron heridas en otras partes de la ciudad, donde un centro de negocios, establecimientos comerciales y un complejo residencial resultaron dañados.
Odesa era un destino vacacional muy apreciado por ucranianos y rusos antes de que el presidente Vladimir Putin lanzara sus tropas contra el país vecino en febrero del año pasado. Desde el inicio de la invasión, fue bombardeada varias veces por las fuerzas rusas.
En enero, la agencia cultural de la ONU, la Unesco, inscribió al centro histórico de Odesa en la lista de Patrimonio de la Humanidad en peligro.
– Ataques en serie –
Según la fuerza aérea ucraniana, tres de los cuatro misiles rusos fueron derribados. Rusia también lanzó durante la noche diez drones de fabricación iraní Shahed-136/131 desde el mar de Azov contra el sudeste de Ucrania.
Por otra parte, seis misiles crucero del tipo X-22 lanzados desde la región rusa de Rostov del Don alcanzaron la región de Donetsk, en el este de Ucrania.
Este ataque causó tres muertos y seis heridos, según el gobernador Pavlo Kirilenko.
En Kramatorsk, la ciudad más grande de esta región, los periodistas de AFP constataron un enorme cráter provocado por una explosión en un ruta en medio de viviendas con los vidrios de las ventanas destruidos.
Una habitante, Anastasia Korzun, policía de 33 años, contó que escapó con su marido de su casa dañada para unirse a otras personas que intentaban extraer a los vecinos de los escombros.
De su lado, el ejército ruso aseguró que llevó a cabo ataques nocturnos contra lugares donde estaban concentrados soldados, depósitos de municiones y armamentos. «Todos los objetivos fueron alcanzados», indicó.
– Contraofensiva –
El martes, seis personas, entre ellas cuatro guardabosques, murieron cuando el vehículo en el que viajaban fue alcanzado por un bombardeo ruso en el noreste de Ucrania, cerca de la frontera entre ambos países, aseguró el miércoles la fiscalía general ucraniana.
El mismo martes, un ataque ruso con misiles mató a doce personas en Krivói Rog, la ciudad natal del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, en el centro del país, según un nuevo balance.
Moscú ha intensificado en las últimas semanas sus ataques nocturnos contra las principales ciudades ucranianas, en momentos en que Kyiv lanza una vasta contraofensiva con armas suministradas por países occidentales con el objetivo de recuperar territorios ocupados por las fuerzas rusas.
Ucrania dice que la contraofensiva está avanzando, pero Putin aseguró el martes que su ejército asestaba pérdidas «catastróficas» a las fuerzas enemigas.
Según analistas militares, Ucrania no ha lanzado aún el grueso de sus fuerzas en esta contraofensiva, y está ahora mismo poniendo a prueba la línea del frente, en busca de los puntos más débiles.
Dichas operaciones parecen centrarse en tres ejes: Bajmut (este), destruida tras casi un año de combates, Vugledar (sureste) y Orijiv (sur).
Durante los últimos tres días, los ucranianos recuperaron unos 3 km2 de territorio y avanzaron hasta 1,4 km en ciertas zonas del frente, dijo el miércoles un responsable del Estado Mayor ucraniano, Andrii Kovaliov.
De su lado, Rusia reivindicó por primera vez el martes la captura de tanques alemanes Leopard y blindados estadounidenses Bradley, suministrados por los aliados occidentales de Kyiv.
– El OIEA en Zaporiyia –
Por otra parte, el director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, tiene previsto visitar la central nuclear de Zaporiyia, controlada por Rusia, para verificar si existen riesgos a causa de la destrucción de la represa de Kajovka, sobre el río Dniéper.
Inicialmente prevista el miércoles, la visita fue postergada al jueves, según un responsable del sector nuclear ruso que no precisó las razones. Ucrania y el OIEA no confirmaron por el momento esa información.
Una fuente diplomática occidental contactada por AFP, dijo que el viaje fue postergado «unas horas, pero no anulado».
Según Grossi, no hay «peligro inmediato», pero el nivel de agua de la piscina de refrigeración es motivo de preocupación.
«Quiero hacer mi propia valoración, ir allí, hablar con la dirección sobre las medidas que han tomado y luego establecer una evaluación más definitiva del peligro», explicó el martes a la prensa.
La destrucción de la represa causó graves inundaciones en el sur de Ucrania, dejando 17 muertos en la parte ocupada por Rusia y diez en la zona bajo control ucraniano.
AFP.