El comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas informó el martes que sus tropas se habían replegado a los suburbios de Marinka, una localidad del este del país que Rusia afirma haber conquistado.
«Que nos hayamos desplazado hacia la periferia de Marinka y en algunos lugares, hasta más allá de los límites de la localidad, no debe causar indignación general», declaró el general Valeriy Zaluzhny en una conferencia de prensa en Kiev.
Según él, los soldados ucranianos todavía se encuentran en la parte norte de la ciudad, pero sus fuerzas han «preparado una línea de defensa fuera de esta localidad» hacia la que retirarse.
Marinka «ya no existe» a causa de la destrucción, afirmó.
Rusia aseguró el lunes que tomó el control de esta ciudad, situada a cinco kilómetros al suroeste de Donetsk y la principal urbe ocupada por Rusia en la región.
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Marinka había sido transformada por el ejército ucraniano en un bastión desde 2014, cuando inició un conflicto con los separatistas prorrusos liderados por Moscú, que se apoderaron principalmente de la ciudad de Donetsk.
El presidente ruso, Vladimir Putin, celebró el lunes la toma de Marinka, que, según él, mantuvo la artillería ucraniana alejada de Donetsk y permitió a las fuerzas de Moscú «tener un espacio operativo más amplio» en la zona.
Valeriy Zaluzhny estimó el martes que Rusia tenía «hoy la fuerza para concentrar sus esfuerzos en destruir una ciudad como Bajmut en tres meses», en referencia a la batalla más larga y mortífera de la guerra.
Rusia capturó en mayo la ciudad de Bajmut, también en el este. También asedia desde hace meses otro bastión en Donbás, Avdiivka, con la esperanza de rodearlo.
«Entiendo perfectamente que nuestros combatientes están haciendo un trabajo muy difícil en condiciones extremadamente difíciles», añadió Zaluzhny.
AFP