Unos 80.000 militares rusos murieron o resultaron heridos en Ucrania desde que comenzó la guerra a finales de febrero, afirmó este lunes un alto funcionario del Pentágono.
«Los rusos probablemente han sufrido entre 70 y 80.000 bajas en menos de seis meses», dijo el subsecretario de Defensa, Colin Kahl.
Kahl también aseguró que las fuerzas rusas han perdido «3.000 o 4.000» vehículos blindados y podrían estar agotando los misiles guiados de precisión disponibles, incluidos los de aire-tierra y los de mar-tierra, después de haber disparado a una gran cantidad de blancos en Ucrania desde el comienzo de la invasión el 24 de febrero.
Esas pérdidas son «bastante considerables teniendo en cuenta que los rusos no lograron ninguno de los objetivos de Vladimir Putin al comienzo de la guerra», declaró a los periodistas, refiriéndose al presidente ruso.
Añadió que el hecho de que las tropas rusas usen menos misiles guiados de precisión y de mayor alcance es un indicador de que sus suministros han caído cerca de lo que se necesita mantener en reserva para «otras contingencias».
Kahl reconoció que los ucranianos también han registrado bajas significativas en el campo de batalla, pero no dio cifras.
«Ambos bandos están teniendo bajas. La guerra es el conflicto convencional más intenso en Europa desde la Segunda Guerra Mundial», afirmó. «Pero los ucranianos tienen muchas ventajas, una de ellas es sus ganas de luchar».
Ucrania informó de al menos 10.000 muertos y 30.000 heridos en sus tropas.
Según una fuente militar que pidió el anonimato, el ejército ucraniano, que contaba con 170.000 soldados activos y 100.000 reservistas al comienzo de la guerra el 24 de febrero se ha reforzado hasta alcanzar entre 300.000 y 350.000 militares.
Antes de la invasión se desplegaron entre 150.000 y 200.000 soldados rusos en las fronteras con Ucrania, según estimaciones occidentales.
AFP.