En California los incendios nuevamente encienden las alertas, el viento juega un mal papel al arrastrar las llamas contra los edificios y amenazando a cientos de habitants, mientras avanzan sobre matorrales secos en las zonas rurales del norte del estado.
El incendio Pawnee, que estalló el pasado sábado cerca de la comunidad de Clearlake Oaks, ha destruído 12 edificios y amenazado 600 adicionales. Hasta el domingo, no había contención y la devastación se extendió por aproximadamente 31 kilómetros cuadrados. Las autoridades ordenaron a las personas evacuar todas las casas en el área de Spring Valley, donde viven unas 3.000 personas.
En octubre del año pasado, el viento y el calor erráticos se apoderaron de una franja de California desde San José hasta el límite con Oregon, en la región vitivinícola donde devastadores incendios arrasaron con 44 personas y destruyeron miles de hogares y negocios.