Dos magistrados del Tribunal Constitucional en el exilio del país caribeño -Luis Marcano Salazar y Manuel Antonio Espinoza Melet- han volcado sus experiencias en este libro de versos de 147 páginas, que acaba de publicar la Editorial Torres del Paine en Santiago.
Por Cristián Garay Vera
Dos magistrados del Tribunal Constitucional en el exilio de Venezuela (Luis Marcano Salazar y Manuel Antonio Espinoza Melet), han volcado sus experiencias en este libro de poesías de 147 páginas de Editorial Torres del Paine (2019), las cuales la mayoría responden al primero de los autores. Ambos comparten el derecho y la política como vocación, y también la marca del exilio y del dolor.
Quizás en un primer momento, sobre todo en la pluma de Marcano lo erótico y sentimental es el paisaje de su escritura. Pero, tras esa visión preliminar, vemos como el dolor y no el amor, es el que estructura los poemas. Septiembre… es un nombre que engloba cambios de vida, de época, de sensibilidades de sus autores, que le tornan emblemático para sus decisiones.
Marcano y Espinoza, uno exiliado en Chile, el otro en Colombia, presentan sus matices en el texto en común. Las más superficiales, se notan en la poesía más formal en Espinoza, más desembozada y quizás convencional (sobre todo por su tema del amor galante) en Marcano. Si Espinoza habla de la Virgen y de lo patriótico (Miranda, Sucre, Páez), Marcano habla de los sexos que se entretejen. Si uno habla de amor galante, Espinoza habla del patriotismo en sus paisajes, sus creencias y sus héroes. Si uno es oceánico, el otro es breve y telegráfico.
Tu respiración (Marcano)
…
Tu alma metiéndose en mis poros, tu aliento comiendo muy lento,
Tragándose mi aliento sin reposo,
Masticando en invisible encuentro
Cada mano abierta a las tuyas,
Cada brazo tenido esperando tu gozo,
Pupilas que mordían tus cabellos,
Piernas y dorso entregándose al tuyo,
En una antropofagia de deseo,
Cautiva, lenta melodía de mordidas al viento,
Sacudiendo tu cuerpo, mientras me poseías.
Virgen del Valle (Espinoza)
Virgen del Valle
Heroína invicta de mi pueblo,
Generosa ante quien implora tu auxilio
Prisma de belleza en la mañana ansiosa,
Protectora impoluta en la noche de remanso
Santísima Virgen
Calidez mariana,
En el infinito esplendor de tu mirada
Se extiende vigorosa la fuera de la fe
Convergencia de amor y pasión,
Por tu Excelsa presencia.
Aunque el amor y el erotismo están a cada paso como mitigación y compensación de la Patria perdida, no es la marca de la felicidad, sino la tragedia que está de marco a este poemario. De este modo, el amor galante, sobre todo en Marcano, parece ceder al final de cada serie a la experiencia central de su inspiración: la lucha contra la opresión del régimen chavista-madurista.
Resulta que la experiencia en la opresión, el dolor del exilio, es en realidad lo que domina el libro, y que el erotismo no es el motivo central sino solo una mitigación de la sensación de carencia y de lucha que marca la producción de ambos magistrados.
Ese 21 de julio en que fueron nombrados jueces para ser sacrificados en la persecución descritos en estos fragmentos de su poema 21 de julio:
21 de julio
Dimos un paso al frente, con la ley en la mente
Acribillamos de un suspiro al miedo,
Y nuestra voz, de altivo desafío,
Juro por Dios y sus designios,
Que contra toda bruma, que contra todo altivo,
Nuestra pluma así defendería
A la patria, que herida en mil trazos,
Levantaba sus manos a nuestros brazos.
El 21 de julio, Dios cambio nuestras vidas,
Fue una mañana de tremenda algarabía,
Valientes, nos decían, era un coro de grandes resplandores,
Las palabras latían en nuestros corazones.
Éramos presos de una cacería,
Que volteó las miradas de América Latina,
A nuestra patria herida, magistrados decían irán al calabozo,
Y un esbozo de luz, de la bruma nacía,
Pobre en su choza al que clamor pedía, lleno nuestras entrañas,
De amor y gallardía,
La renuncia pidió la penumbra escondida,
Su luz era un mazo de cruenta cobardía,
La Republica austral con sus alas al viento
Recogió nuestro aliento, cuando en paso muy lento,
Nuestra alma se rendía.
Así, salieron al exilio, ya preanunciado desde que se aceptaron como victimas de un sacrificio político y patriótico. En estos días en Santiago, han presentado su libro, con todas las formalidades y sutilezas de un acto hecho en su Venezuela natal.
Unidos por el dolor y la amistad, ambos magistrados han decidido presentar su libro juntos en el Instituto de Estudios Judiciales de Chile, como muestra de la nueva ciudadanía adquirida por ambos, habida cuenta de su Patria secuestrada.
Y donde, como no, el nombramiento por la Asamblea Nacional de jueces del Tribunal Constitucional se acompaña de la persecución y el exilio. Frente a semejante episodio no se puede estar impertérrito y por ello los magistrados subtitulan a su libro Poemas de amor, pasión y rebelión.
Cristián Garay Vera es el director del magíster en Política Exterior que imparte el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile, casa de estudios de la cual además es profesor titular.
Asimismo es asesor editorial del Diario Cine y Literatura.