En alerta venezolanos que han migrado y dejaron sus casas inhabitadas. Hasta diez mil dólares les piden a cambio de desalojarlas quiénes han ocupado a la fuerza identificándose como líderes chavistas revolucionarios.
Quienes defienden la propiedad privada se juegan la vida al enfrentarse a redes dispuestas a apropiarse de las casas a cualquier costo.
Fiorenzo Giannarella cuenta que invasores se apropiaron de su edificio. “Peor que amenazas intentos hasta de homicidio. Mi vida se pone en riesgo, y aún así sigo para adelante porque me han quitado todo”.
Fiorenzo lucha por recuperar un edificio propiedad de su familia en el centro de Caracas, tres pisos de apartamentos con inquilinos que no pagan renta argumentando ser el pueblo bolivariano de Chávez. Aunque han planteado irse a cambio de siete mil dólares a cada uno”.
“Cualquier institución del estado a que yo acuda a buscar defender mis propios derechos están confabulados. Es como si yo fuera el victimario y no la víctima”, alega Giannarella.
El modus operandi es abiertamente violento.
“Ellos toman la propiedad a la fuerza a punta de pistola. Y luego fomentan un tema de extorsión, hablan con el propietario y le dicen ‘mira yo te puedo desalojar la propiedad si me das 1 500, 2 mil, o hasta 7 mil dólares”, explica Carlos Julio Rojas, defensor de los derechos humanos.
El 25% de las propiedades residenciales en Caracas se encuentra inhabitado, la mayoría ha migrado o posee más de una casa. Los invasores son protegidos por los grupos armados que simpatizan con el gobierno.
“Al tú portar un carnet de diputado o simplemente tener una camisa del PSUV te protege con respecto a esa pena que es la invasión”, acota Rojas, defensor de los derechos humanos.
La familia Lozada se atrevió a contar su historia, un grupo armado tomó un edificio de su propiedad y ninguna autoridad los defendió. Por el contrario apoyaron a los invasores.
“A la diez de la noche fuimos con el sebin y al momento tuvieron que retirarse porque dijeron que estaban recibiendo órdenes de arriba para retirarse”, cuenta Orencio Lozada.
Son extranjeros, que con la creación de cinco fábricas generaron cientos de empleos a quienes hoy los amenazan. Casi un millón de dólares en pérdidas a causa de seguidores de la filosofía de expropiación chavista.
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