El caso de la enfermera del expresidente Hugo Chávez y ex tesorera nacional, Claudia Díaz Guillén, es el último de una legión de 9.000 individuos y empresas venezolanos que forman parte de una «super red» de corrupción que se encuentran bajo investigación en diferentes partes del mundo, incluido su país de origen.
Díaz Guillén, extraditada de España para ser enjuiciada en los Estados Unidos, está acusada de participar junto a su esposo y ex jefe de seguridad de Chávez, Adrián Velázquez, del delito de blanqueo de capitales y sobornos por lo menos de 1.000 millones de dólares, además de traficar ilegalmente con lingotes de oro del Banco Central de Venezuela.
Pero el caso de la pareja Díaz Guillen y Velázquez es solo un granito de la montaña de corrupción en el país sudamericano. Su magnitud no tiene precedentes, es «antifrágil» y se alimenta del «caos», sostiene el filósofo y politólogo colombiano Eduardo Salcedo-Albarán en su última investigación.
Eduardo Salcedo dirige la Fundación Vortex, especializada en el crimen organizado, que conjuntamente con Transparencia Internacional, capítulo Venezuela, realizaron la investigación. En su informe radiografían una «super red» en la que participan al menos 9.000 personas o empresas que operan desde hace años en el país.
El diario Voz de América publicó un resumen del foro organizado por Salcedo para dar a conocer los resultados de la investigación. En comparación con otros casos de corrupción en la región, Salcedo sostiene que el de Venezuela deja en pañales al de ‘Lava Jato’ en Brasil, que ha sido el mayor expediente de prácticas financieras ilegales del mundo donde han estado vinculados decenas de políticos, empresarios y compañías brasileños hasta 2014.
Salcedo detalla que el caso de “Lava Jato” brasileño supuso la interacción de 1.399 personas y compañías, o “nodos”, como les llaman en Vortex. En Venezuela, las primeras indagaciones de septiembre de 2020 permitieron detectar la actuación corrupta de 5.500 “nodos”, es decir, de individuos y empresas.
En enero de 2021, ese número había crecido hasta 6.273 y luego, ya en la actualidad, escaló a “más de 9.000 nodos y 23.000 interacciones”, es decir, el envío o recepción de recursos, sean información, dinero o favorecimientos (tráfico de influencias).
El principal vocero de Vortex subrayó que el caso ‘Lava Jato’ “no alcanzó los mil millones de dólares” en su totalidad, según las conclusiones tras concretar «60 etapas de investigación» de esas operaciones dentro y fuera de Brasil.
Detalló que existen 121 procedimientos judiciales dentro de Venezuela y en el extranjero por diversas modalidades de corrupción. De ellos, 74 están siendo investigados en el mismo país suramericano; 51, en Estados Unidos; 15, en Argentina; 8, en España; 5, tanto en Ecuador como en México; y 4, en Brasil.
Solo esos casos involucran 67.883 millones de dólares y el protagonismo en esa «súper red» de 362 personas y 212 empresas, de las cuales 142 ya han sido sancionadas en diversos países, como Estados Unidos y España, recalcó.
En Venezuela, «no hay garantías de debidos procesos (contra la corrupción) y que terminen en algo», dice Jesús Urbina de Transparencia Venezuela, capítulo Zulia.
«Esto es una ‘mordida’ nada más. Esto es inmensamente mayor y esa cantidad es superior a cualquier hecho de corrupción que haya sido ‘pescado’ y procesado en cualquier parte del mundo», manifestó Urbina, docente e investigador venezolano en el foro.
«Nicolás Maduro tuvo que enfrentarse a una situación en la que carecía de los mismos recursos de Chávez. Ha tenido que recurrir a un mayor uso de violencia, coerción por vía de la fuerza, nepotismo, para garantizar la continuidad de este régimen y de esta ‘súper red’», indicó Salcedo, preocupado por esa observación.
El investigador colombiano señala que el sistema de corrupción venezolano se fortalece con el caos y las perturbaciones, no desaparece ni se desarticula completamente, es un sistema ‘antifrágil’”, que supone la reacción “sin precedentes” de las instituciones y la sociedad civil global.
Venezuela es considerado como el país más corrupto de toda América y en el mundo solo le superan Somalia, Siria y Sudán, según el Índice de Percepción de la Corrupción, divulgado en enero por Transparencia Internacional.
La comisión de contraloría de la Asamblea Nacional, electa en 2015, presidida por Juan Guaidó, estima que el daño patrimonial del gobierno chavista asciende a 450.000 millones de dólares por prácticas corruptas.
Y lo peor es que la corrupción, un cáncer que no ha tenido freno por la impunidad con que ha actuado en estos 23 años de chavismo, ha hecho metástasis en la población venezolana.
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