Deshidratación, desnutrición, hipotermia, hipertensión, diabetes y neumonía son algunas de las complicaciones que presentan muchos de los migrantes venezolanos que se encuentran en Colchane, la localidad que se ubica al norte de Chile, muy cerca de los límites entre ese país y Bolivia.
Dado que se ubica a 3.370 metros sobre el nivel del mar, en medio de una zona árida y desértica, la ciudad registra temperaturas que sobrepasan los 30 °C durante el día y que caen hasta los 5 °C por las noches.
Ante la falta de refugios, los venezolanos se han visto obligados a soportar las inclemencias del clima a la intemperie, ocupando plazas y otros espacios públicos. Esas condiciones, ha dicho la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), incrementan la situación de minusvalía de los migrantes.
Durante este jueves, la FICR advirtió que “la temporada de invierno en las tierras altas, que incluye fuertes lluvias, granizadas, inundaciones y temperaturas más bajas (…) podría aumentar las vulnerabilidades” de los 1.500 venezolanos que permanecen varados en Colchane.