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Venezuela

Diputados a la AN legítima exigen que delegación del ELN salga del país

Diputados de la Asamblea Nacional legítima cuestionan que el dictador Nicolás de Maduro sea garante en el diálogo de paz entre el gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), y sobre todo que Caracas sea sede de estos encuentros.

En nombre del pueblo venezolano, exigen la salida del ELN y otras guerrillas extranjeras del país y demandan a las Fuerzas Armadas una posición firme apegada a la Constitución en defensa de la nación.

El vicepresidente de la Comisión Permanente de Política Interior de la AN, Sergio Vergara, recordó que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, admitió que en Venezuela está la guerrilla y en esa afirmación, “es un reconocimiento claro que hace la relación de Maduro con el ELN y el respaldo que esta guerrilla ha tenido en Venezuela”.

Vergara señaló que las mediaciones que puedan ofrecer los dictadores de Maduro y Díaz Canel, solo se traducen en garantías para el ELN, “que ha utilizado por años, este proceso para reacomodarse y fortalecerse, al tiempo que planifica nuevas estrategias para seguir delinquiendo, mientras, extienden sus operaciones”.

El diputado por Alianza al Bravo Pueblo, Juan Carlos Bolívar, expresó su rechazo rotundo al uso del territorio venezolano para llevar a cabo negociaciones con “criminales que han destruido pueblos” y afirmó que ese diálogo de paz entre el gobierno colombiano y el ELN, no logrará ningún bienestar para Colombia ni Venezuela.

Bolívar anteriormente recordó que el régimen ofreció parte del suelo venezolano a las guerrillas colombianas y establecieron alianzas para su defensa y permanencia en el poder, todo esto, bajo la complacencia de las Fuerzas Armadas.

El parlamentario Héctor Cordero también cuestionó que el régimen sea mediador en un presunto conflicto de otro país, “cuando no ha sido incapaz de tomar asiento con factores democráticos venezolanos para buscar una solución electoral y democrática que ponga fin al atraso social y económico de la nación”.

Para Cordero ese diálogo de paz es un “ejercicio de hipocresía”, que busca lavarle la cara a esta ideología entronizada en el poder.