Iván Valera y Alfredo Rodríguez, dos de los 33 detenidos del sonado caso de la fiesta sexual en un sauna de Valencia, estado Carabobo, rompieron el silencio al denunciar mofa y abuso por parte de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) cuando los llevaron al comando.
En entrevista a la emisora WTC, ambos afirmaron que los efectivos se burlaron de cada uno de los apresados.
Valera relató que cuando pidió ir al baño, uno de los funcionarios de la policía del régimen le negó el permiso. Tras insistir varias veces, finalmente otro agente le concedió la salida.
Asimismo, narró que todo el tiempo que estuvo en la celda junto a los otros 32, hubo hacinamiento y mofa. En sus palabras, los trabajadores policiales se reían del aspecto de los apresados. Al mismo tiempo, repetían que se lo tenían merecido.
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A su juicio, los detuvieron por el simple hecho de ser homosexual.
Rodríguez, por su parte, indicó que varios de los aprehendidos padecieron abstinencia. Esto se debe a la falta de medicinas en medio del arresto.
Al mismo tiempo, condenó que los efectivos violaran la privacidad de las personas, ya que revisaron las fotos y videos de sus teléfonos para burlarse de su aspecto.
Además, reveló que en el bar para personas Lgbtiq+ había un funcionario en cubierto. «Él podía ser testigo garante que ahí no se cometía ningún tipo de delito o ultraje al pudor, como se dijo en una denuncia que parece ser anónima», precisó.