En Venezuela entró en vigencia la ley al impuesto a grandes transacciones financieras que establece el cobro de alícuota de 3%, cuando se realizan pagos con divisas en efectivo o criptomonedas distintas al petro.
Tras la dolarización de facto en Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro implementó un impuesto para pagos en efectivo, realizados en moneda extranjera. Los comercios deben actualizar las máquinas fiscales para incluir en las facturas el cobro del nuevo tributo.
Cuando lo pagos se realizan con tarjetas de débito y crédito de cuentas en monedas extranjeras, pero de bancos venezolanos no pagarán el impuesto.
En términos prácticos, la aplicación de la ley parece sencilla, pero sumar 3% a un monto en dólares puede ser complicado, sobre todo por la escasa circulación de billetes de baja denominación.
Este lunes algunos comercios prefirieron no recibir monedas extranjeras ante la incertidumbre y porque en muchos establecimientos aún no pueden emitir facturas con el nuevo impuesto.
Con información de Derlys Marchan.