Este miércoles se conoció que más de un centenar de venezolanos fueron deportados desde EE.UU. y enviados al país en un vuelo directo, con lo que recobró vida la ruta aérea entre ambas naciones que permaneció inactiva los últimos 4 años.
El número exacto de los deportados es de 130 y algunos apenas acababan de cruzar a EE.UU. así como también, otros ya tenían tiempo viviendo en ese país.
Los deportados tenían orden de extradición por cruzar de forma ilegal, otros tenían el proceso de expulsión acelerada y algunos hasta antecedentes penales.
“Si piensan entrar, háganlo legalmente porque sino lo que conseguirán es la deportación”, afirmó Jason Owens, jefe de patrulla fronteriza.
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La incertidumbre de los venezolanos por las deportaciones aumenta cada día más, especialmente en lo ciudadanos que acaban de llegar y de atravesar la selva del Darién.
“Si me deportan sería fatal porque allá la situación no está bien y perdería lo que invertí en dinero y en esfuerzo al cruzar (…) agarré lo poquito que tenía y me vine”, aseguró a VOA un venezolano que recién llega a EE.UU.
Las deportaciones responden a causas particulares; en este primer avión también iban venezolanos que pidieron asilo y el gobierno estadounidense no encontró pruebas creíbles para aceptar la solicitud.
Por su parte, el departamento de inmigración de EE.UU. informó que se ordenó la expulsión de los ciudadanos, incluidos los venezolanos que carecen de una base legal para permanecer en ese país y que antes de la deportación estudiaron todos los casos para determinar si tienen reclamaciones de protección válidas.
Con información de VOA