El País de España ventiló el drama que viven algunas madres en Venezuela tras ser condenadas por supuestamente asesinar a sus hijos, crimen que niegan haber cometido.
Una de ellas es Naibelys Noel su pareja la separaba de su hijo como castigo. El sábado 17 de agosto de 2019, en medio de una pelea porque ella había decidido terminar la relación e irse, la obligó a salir de la casa de la que pocas veces salía con la excusa de que fuera a buscar algo en una casa vecina. Mientras ella estaba afuera, José Teodoro González golpeó al bebé de 18 meses hasta matarlo.
Ella encontró a su hijo muerto en el hospital de Santo Domingo, un pueblo del páramo andino venezolano en el que Naibelys intentó tener una relación con José Teodoro que, entre idas y venidas, duró poco más de cinco meses.
Él dejó al bebé en el centro de salud y se dio a la fuga hasta que lo atraparon días después, admitió los hechos, por lo que le rebajaron la pena, y desde 2020 cumple 15 años de cárcel por el infanticidio.
A Naibelys la sentenciaron a la pena máxima de 30 años de prisión por comisión por omisión en la ejecución del delito de homicidio intencional calificado con alevosía y por motivos innobles contra su hijo, con el que, de acuerdo con organizaciones que defienden derechos humanos, la han criminalizado solo por ser madre.
Cabe acotar que, su defensa acotó que la decisión de la justicia venezolana se dio a pesar de que el propio homicida declaró la inocencia de la madre al admitir su responsabilidad, pero las audiencias de los juicios no se están grabando desde hace varios años en los tribunales del Estado de Mérida por falta de recursos, una precariedad que abarca a todo el sistema judicial venezolano.
Dicho testimonio resalta que la progenitora también fue víctima de Toro, quien ejerció violencia física, psicológica y sexual y tortura durante el tiempo que vivió con ella, pero nada de eso fue considerado por la juez Lucy Terán, que admitió todas las acusaciones de la fiscal Geraldy Gavidia, consideradas subjetivas y estereotipadas por la defensa.
Lea también – EN CAÍDA LIBRE | El bolívar ha perdido el 80% de su valor en este 2023
Este caso elevó las alertas en la causa de la Coalición Feminista contra la Violencia Judicial sobre un posible patrón que termina desproporcionadas para las mujeres y sentencias estereotipadas
Según esta organización, en los centros penitenciarios femeninos abundan casos como el de Naibelys y están seguras de que en la región también, por ello se han aliado con la Red Feminista Anticarcelaria de América Latina y el Caribe.
El suceso también llegó al Comité Cedaw en Ginebra por la Comisión de la ULA contra la Violencia de Género y a Amnistía Internacional, quienes indicaron que esto es un ejemplo de cómo las autoridades no cumplen su deber de prevenir, atender y sancionar la violencia contra las mujeres, quienes a menudo sufren violencia vicaria o familiar».
«En Venezuela la violencia vicaria no está tipificada como delito, pese a existir casos que evidencian su comisión. Se trata del tipo de violencia de género ejercida por agresores que, con la intención de infligir más sufrimiento a las mujeres, causan daños graves a sus hijos e incluso la muerte”, acotaron ambos organismos.
La defensa de Naibelys prepara un largo camino de apelaciones y la coalición también llevará el caso a instancias internacionales complementarias para alcanzar justicia, mientras avanzan en la investigación sobre madres judicializadas.
Con información de El País