Por segundo año consecutivo, al llegar diciembre, el vacío y la tristeza ensombrecen aún más el hogar de la venezolana Yorbelis Oropeza, pues, su esposo, Alcides Bracho, un profesor y dirigente sindical considerado preso político, permanece detenido desde el 4 de julio de 2022.
En agosto de ese año, junto a otros cinco dirigentes sindicales y “sin ningún tipo de prueba”, según denuncian sus abogados y familiares, fue sentenciado a 16 años de prisión por “conspiración” contra el régimen de Nicolás Maduro.
La fiscalía niega que sean dirigentes sindicales, mientras que la oficina del Alto Comisionado de la Oficina para DDHH de la ONU (ACNUCH), entre otras instancias, ha expuesto su preocupación por los actos de “criminalización” contra los activistas.
“Estamos con la tristeza que llena nuestro corazón, hoy no tenemos unas navidades que celebrar; ni mis hijos ni las familias de más de 300 personas que diariamente sufren la ausencia de sus familiares”, manifiesta en una concentración celebrada en una plaza del este de Caracas, donde los familiares de presos políticos reciben muestras de afecto y piden el cierre de todos los “centros de tortura”.
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Una mesa vestida de negro, con adornos navideños, pero rodeada de sillas vacías representa la cena de nochebuena de cientos de familias que, de acuerdo a la organización Justicia Encuentro y Perdón (JEP), pasarán las festividades sin sus seres queridos, por “razones políticas”.
Martha Tineo, coordinadora general de JEP explica a la Voz de América que se trata de un llamado a la “sensibilidad, a la conciencia y a la buena voluntad” para que se produzca la liberación de presos políticos.
“Son madres, son hijos, son hermanas, son esposas que no van a tener la posibilidad de disfrutar estas épocas que se supone son de reencuentro, de abrazo, de compartir en familia”, manifiesta.
Los familiares de los presos políticos están al tanto de las negociaciones entre el gobierno y la oposición en las que también participa EE.UU., pero no ven hechos concretos.
“Fueron como dos o tres noches sin dormir, esperando la llamada para ir a buscar a mi hermana y aquí estamos todavía esperando que cumplan el acuerdo”, dice la hermana de Ermilendris.
El subsecretario de Estado de EE.UU., Brian Nichols, dijo esta semana que continúan las negociaciones con el gobierno venezolano y reiteró que suspenderán la flexibilización de sanciones si determinan que no se ha “avanzado lo suficiente” con los compromisos adquiridos por el gobierno en Barbados, entre ellos la liberación de estadounidenses y presos políticos venezolanos detenidos “injustamente”.
VOA