El coordinador regional de Gremios de Voluntad Popular en el estado Zulia, Luis Cabrera, denunció que los precios de la gasolina “bachaqueada” en la región zuliana supera los estándares internacionales, siendo ésta la única opción que tienen los usuarios para surtirse, debido a los excesivos controles que mantiene el régimen usurpador de Nicolás Maduro en las gasolineras de la entidad.
“La escasez de combustible se ha convertido en una bomba de tiempo para los venezolanos, especialmente para el pueblo zuliano. Un cupo para surtir en una estación de servicio lo venden en 50 dólares y una pimpina de 25 litros ya oscila entre los 25 y 40 dólares. Los funcionarios militares y policiales tienen preferencia por encima de los médicos que están trabajando para salvar la vida de miles de zulianos”.
El dirigente de la tolda naranja aseguró que la crisis de combustible en la región se ha agudizado y los vendedores informales están comercializando estilo mafias. A su juicio el régimen está aprovechando el aislamiento social para ocultar el déficit de gasolina que existe en el país, por la mala administración que ha tenido Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (PDVSA) en los últimos años.
Aislamiento sin alimentos
El coordinador municipal de Voluntad Popular, Eduardo Vale, denunció que en los comercios de la entidad ya empieza a observarse la escasez de alimentos y otros productos de primera necesidad. Rechazó la reducción del horario de venta de panaderías y supermercados en la región.
“Los zulianos que viven del día a día se debaten entre morir de hambre o de coronavirus (COVID-19), ya que si se quedan en casa mueren de hambre, pero si salen a las calles pueden contagiarse con el virus. La medida de Omar Prieto de reducir el horario de venta en la región de ocho de la mañana a 12 del mediodía solo busca ocultar y contener la escasez”.
El dirigente de la tolda naranja informó que solo 30% del sector alimentario está operando en el estado Zulia, por la escasez de combustible que impide la distribución de productos, afirmó que las pequeñas y medianas empresas están en riesgo de quebrar debido a las malas medidas tomadas por el régimen usurpador de Nicolás Maduro ante la llegada de la pandemia.