Arroz, pastas, pan, galletas y arepas son los alimentos más frecuentemente consumidos por los venezolanos, de acuerdo con los resultados de encuestas realizadas por la empresa especializada en análisis de datos y opinión pública, More Consulting, a personas de diferentes estratos sociales y regiones del país.
Estos datos revelan que la categoría de Arepas, pan y galletas tiene una mayor frecuencia de consumo para 66,1% de los 1.200 consumidores encuestados.
La mayor frecuencia de ingesta se produjo en el estrato socio económico medio, con una proporción de 70,9%.
Estudios nutricionales señalan que estos alimentos resultan más accesibles, pero son preferidos por su poder calórico y permiten lograr una mayor sensación de saciedad, cuando la población mayoritariamente no consigue hacer tres comidas diarias.
Asimismo, siguen el arroz y las pastas, rubros que son ingeridos con más regularidad por 50,9% de los encuestados y, de forma más focalizada, por 60% de los consumidores de estrato medio.
Respecto a los lácteos y embutidos, tienen una frecuencia de consumo regular más baja, la cual promedia 37,7%, pero esta proporción sube a 50% cuando se trata de la población ubicada en el estrato alto de la muestra.
26,8% de los entrevistados indicó que consumió productos de esta categoría con una frecuencia menor, con una proporción de 30% en el estrato medio.
La ingesta regular de lácteos y embutados baja de manera apreciable en 7,7% de los consultados. Este grupo mencionó que tiene acceso a estos productos con una frecuencia semanal o de mayor tiempo, con un incremento a 13% de la muestra cuando se trata del estrato pobre rural.
En cuanto a los vegetales, el consumo promedio de vegetales y verduras da una frecuencia diaria en una proporción de 16,7% de los encuestados, mientras que una cifra muy parecida de 16,4% apunta a una ingesta semanal de productos de esta categoría.
Por último, están las proteínas. De origen animal, son los alimentos menos consumidos, 14,78% apunta a una frecuencia diaria en la ingesta de carnes rojas o blancas, con un incremento hasta 25,4% en el estrato socio económico con más capacidad de compra.
El 27,3% de los entrevistados apunta a un consumo interdiario de carnes rojas y carnes blancas. En este caso, el estrato social Alto fue el de mayor porcentaje con el 36,2%.
Entre tanto, el 13,4% de la muestra señala un consumo de semanal como lapso mínimo de productos de esta categoría y, en este rango, destaca el segmento pobre urbano en una proporción de 15,8%.
En este caso, 11,7% apunta a un consumo interdiario de este tipo de productos, con una mayor proporción -15,5%- en el estrato medio popular
El 12,8% de los consultados indicó una ingesta semanal de estos alimentos y, curiosamente, resalta que el estrato social considerado «Alto», está en este promedio de consumo en una proporción de 17,4%.
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