El estratega político y activista Juan José Rendón, mejor conocido como J.J. Rendón aseguró que el presunto intento de golpe de Estado organizado desde Colombia y llamado «Operación Gedeón», tenía como objetivo: derrocar, matar y capturar al dictador Nicolás Maduro.
«Llamémosla una acción militar, derrocar, matar, capturar, no entramos en detalles en ese momento», afirmó en el canal de noticias Vice News y detalló que investigó «todas las leyes posibles» para buscar la manera de derrocar a Maduro, esto como parte del «Comité estratégico» que fue conformado según dijo, por la oposición para ese fin.
Rendón, sin embargo, indicó que supuestamente la oposición al no encontrar la vía legal optó por la posibilidad de que otra persona detuviera a Maduro, «como hacen los cazarrecompensas en Estados Unidos y lo presentara a la justicia», contó.
Asimismo, reveló que esta operación «requirió tres exmilitares boinas verdes, 60 soldados y meses de planificación para fracasar estrepitosamente» y mencionó la contratación de Jordan Goudreau, un exmilitar estadounidense, condecorado y propietario de la empresa privada de contratistas militares con sede en Florida, Silver Corp, quien al parecer traía una propuesta de «reingeniería para toda la fuerza armada, después de liberar el país».
También comentó que Silver Corp se benefició con un anticipo de 1,5 millones de dólares y si el golpe era exitoso «contarían con más de 200 millones de dólares en ingresos» respaldados en petróleo venezolano, según el contrato.
Juan José Rendón agregó que entre los soldados contratados se encuentra «Roberto», quien relató la experiencia durante el entrenamiento previo a la Operación ofrecido por la Red Carive, una red de soldados venezolanos que desertaron.
Rendón indicó que los ejercicios se efectuaron prácticamente a la vista de los locales en la ciudad de Riohacha en La Guajira, Colombia, distribuidos en tres casas, donde convivían unos 20 soldados en cada una de ellas aproximadamente; estos estudiaban tácticas militares y practicaban con armas de madera mientras llegaba la dotación ofrecida para dar «el golpe».