El Gobierno colombiano anunció la apertura del Puente Internacional Tienditas -que conecta el estado venezolano de Táchira con el departamento colombiano de Norte de Santander-, programada para este jueves 15 de diciembre.
Bogotá afirmó que pretende con esto impulsar la integración económica y social entre Colombia y Venezuela, tras el restablecimiento de relaciones bilaterales en agosto de este año.
Se trata de la inauguración de una infraestructura que empezó a construirse en el 2014, con una inversión superior a los 32 millones de dólares, en su momento asumidos a partes iguales entre los gobiernos de Nicolás Maduro, y el entonces presidente Juan Manuel Santos.
Ocho años después de su construcción, el puente es la estructura más ancha de las tres conexiones fronterizas entre Colombia y Venezuela, con una extensión aproximada de 42 metros y la segunda más larga, con 280 metros de longitud. Su apertura permitirá, de momento, el paso del transporte de carga que ayudará a la reactivación comercial entre ambos países.
Para ello, previamente se retiraron los gigantescos contenedores que bloqueaban la vía, puestos por militares cuando Juan Guaidó lideró en 2019 el fallido intento de pasar cargamentos de alimentos y medicinas enviados por Estados Unidos.
Esta apertura forma parte de una serie de anuncios desde los dos gobiernos, en los que aseguran que tendrán “el control aduanero, el control migratorio, el control de mercancías y los controles en salud. Las autoridades en Colombia están haciendo lo que les corresponde y nosotros también”, afirmó Freddy Bernal, gobernador del Estado Táchira, en Venezuela.
“Nos va a pegar duro la apertura»
Ante este panorama, las opiniones de los habitantes de esta zona fronteriza son diversas. Algunos están dispuestos a sacrificar el trabajo informal que realizan en el puente Simón Bolívar con tal de ver su vuelta al funcionamiento y otros esperan con expectativa ver materializadas las palabras del mandatario de Colombia, Gustavo Petro, y el dictador Nicolás Maduro.
“Nos va a pegar duro la apertura del paso vehicular porque somos muchas las personas que tienen este medio de ingreso y la manera en que nos afectaría es que quedaríamos sin trabajo; madres cabeza de hogar, padres cabeza de hogar, pero si es para la mejora del país, todo es aceptable”, aseguró Ana Silva, una joven venezolana quien ejerce como carruchera (transporte de mercancía y equipaje con carretas) en el Puente Internacional Simón Bolívar.
Por su parte, el colombiano Andrés García, quien reside en San Antonio, le hace una petición al Gobierno de su país: “Que genere un poco más de control, pero un control de verdad ciudadano y no extorsionista como está en estos momentos porque, por ejemplo, si usted va a pasar un televisor y lo compró en Alejandría [Cúcuta] ahí le dan una factura no digital, entonces le piden una comisión y eso ya hace parte de una extorsión ciudadana, aparte cuando lo pasa tiene que pagar cinco personajes del otro lado, y la policía colombiana y las autoridades que deberían controlar también se están prestando para eso”.
Aunque hasta el momento lo anunciado por los gobiernos de Colombia y Venezuela es que el paso por el Puente Internacional Tienditas será netamente para transporte de carga pesada, se prevé que a partir del primero de enero de 2023 ya se dé la apertura por las tres entradas que conectan ambos países.
Así lo informó Maduro, en la noche del pasado lunes 12 de diciembre: “Puedo anunciar que estaremos abriendo completamente la frontera, de todo el occidente de Venezuela con Colombia, para el paso de vehículos, motos, camiones, todo (…) Esto se da como regalo de Año Nuevo. Los pasos fronterizos quedarán funcionales y libres apenas inicie el próximo año”.
VOA