Glorimar Fernández, periodista de investigación, abordó la intervención de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana en la Cota 905 para desarticular a la mega banda del Koki y reveló que para los vecinos, fue peor el remedio que la cura, al punto de preferir que surja «otro Koki» que les adverse.
En La Entrevista con Miguel Ángel Rodríguez y al ser consultada sobre qué piensan los vecinos luego de estar bajo las garras del Koki y ahora estar a merced de funcionarios de la PNB extorsionadores, señaló que esto «los ha hecho pensar que el surgimiento de un adversario, de otro Koki, podría ser la solución a este abuso policial».
«Sabemos muy bien que no es la solución. Pero en una comunidad donde el Estado no está presente, y estuvieron por siete años bajo el dominio de criminales, los vecinos tratan de esperanzarse diciendo que cualquier tipo de situación irregular, podría frenar los abusos policiales», manifestó.
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Mencionó que según el relato de los habitantes, las mismas garitas y alcabalas que pertenecían a la megabanda del Koki, ahora son de funcionarios. Asimismo, revela que desde julio de 2021 en adelante, tales efectivos «tejieron una red de extorsión contra los vecinos».
Del mismo modo, adicionó que a inicios de año hubo una reunión de varios líderes vecinales de la Cota 905. En ella, se trataría el tema de los servicios públicos. No obstante, develó que cerca de 30 personas plantearon tratar el abuso policial.
«Estos excesos que van desde extorsión hasta allanamientos ilegales, robos y otras prácticas delincuenciales», subrayó.