El periodista Hernán Lugo-Galicia afirmó que, en el caso del secuestro y posterior asesinato de Ronald Ojeda Moreno, quedó en tela de juicio la actuación del Gobierno chileno que no protegió al exteniente a quien le habían concedido asilo político debido a la persecución del régimen de Nicolas Maduro.
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“El nombre de Chile está puesto en duda no solamente por el hecho de que se vulneró su inteligencia interna, quedó mal parado desde el punto de vista internacional (…) porque no dio protección a quienes quisieron estar allí como asilados políticos bajo una protección del Estado. Además, quedó en tela de juicio la actuación de los funcionarios que están en las altas instancias del Gobierno chileno y que deberán responder en su momento”, comentó en el programa La Entrevista con Miguel Ángel Rodríguez.
Lugo-Galicia, sin embargo, espera que se haga una investigación en la que investiguen al Ministerio de Relaciones Exteriores y sobre todo al Partido Comunista chileno.
Del lado venezolano, expresó su anhelo por instituciones que tengan “traste con todo eso» y mencionó que la Fiscalía del régimen, ante la exigencia de la Corte Penal Internacional de que se establezcan responsabilidades para aquellos que abusaron y cometieron en 2017 abusos contra estudiantes y militares, aún no ha establecido ninguna sanción.
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“Ya es hora de que el poeta Tarek William Saab no siga bajo los lineamientos de Maduro y se recupere el rol institucional de esa organización (Fiscalía) que no solamente tiene que garantizar el debido proceso, sino también ir en contra de los que han violado su juramento ante la Constitución”, dijo.
El periodista señaló que, hay un caso que investigar, no solamente porque se trata de determinar qué hace la Dgcim en las sedes que tiene en Fuerte Tiuna y Boleíta, donde se “cometen todo tipo de torturas”, sino también de una «casa clandestina en un barrio en San Bernardino», y de otras casas que se han prestado para eso producto de algunas expropiaciones a “determinadas personas”
“Ellos (expropiados) dan fe que se están usando para todo tipo de torturas y violaciones flagrantes a la Constitución. Además, con la presencia y el apoyo de colectivos que operan en este tipo de acciones”, alertó el periodista.
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Hernán Lugo-Galicia detalló que se han contabilizado 30 tipos de torturas que van, desde introducir la cabeza en un tobo de agua y descargas eléctricas, hasta la existencia de un cuarto oscuro en Boleíta donde sientan al detenido por 24, semanas o un mes con las manos esposadas hacia atrás “sin la posibilidad” de ir a un baño o comer.