El dictador Nicolás Maduro aseguró que los manifestantes detenidos después de las elecciones estaban drogados y todos, según él, declararon quién les pagó para supuestamente destruir módulos de seguridad.
«Todos fueron capturados, todos fueron entrenados, todos fueron pagados; todos estaban drogados y cuando salieron de la ‘drogamentazón’ se pusieron a llorar y pidieron perdón. Eso sí, todos declararon quién los contrató, cuánto les pegaron y quién les dio la orden de destruir (…) 253 módulos de seguridad ciudadana (…) cinco estaciones de Metrobús», afirmó Maduro.
El tirano prometió justicia «severa» contra los responsables de supuesto «asalto criminal» en Venezuela los días 29, 30 y 31 de julio.
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El tirano criticó a los gobiernos de «derecha» que, a su parecer, pretenden revitalizar y refundar el Grupo de Lima al salir a defender a «delincuentes» y decir hay persecución política en Venezuela.
«Qué se hace con una gente sale, quema y destruye una estación del metro, ¿se le premia? ¿se le condecora? Justicia es lo que quiere el pueblo contra los responsables del asalto criminal que hubo en Venezuela», dijo.
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