La mala calidad de la gasolina distribuida por el régimen de Nicolás Maduro y de las piezas de repuesto para automóviles está generando averías e incluso incendios de vehículos en el estado más poblado de Venezuela, Zulia, según denuncias de ciudadanos, legisladores, voceros empresariales y expertos en la industria petrolera.
Residentes de la región zuliana comenzaron a reportar hace al menos dos semanas averías de las bombas de gasolina y sus baterías, conocidas como “pilas”, debido a la presunta “contaminación” del combustible en las estaciones de servicio de la capital, Maracaibo.
Los talleres de mantenimiento automotor de la ciudad se coparon de vehículos con una descripción similar de sus fallas: la imposibilidad de acelerarlos o encenderlos, un ahogo o mal funcionamiento del motor después de llenar el tanque, y, a veces, con olor nauseabundo a combustible en sus interiores.
Oswaldo (*), ex jefe de mecánicos del taller de un fabricante de vehículos japoneses, cuenta que solía cambiar no más de 5 bombas de gasolina al mes en su actual negocio. Los primeros 17 días de abril, ya había instalado “más de 30”.
Videos y fotografías del estado deteriorado de esas piezas de carros y camionetas de diferentes marcas y años de fabricación se volvieron tendencia en las redes sociales, grupos de mensajería directa y la prensa local.
Se hizo común ver en las calles o avenidas de Maracaibo carros o camionetas con sus capotas abiertas, mientras choferes o mecánicos chequeaban las fallas. Incluso, algunos hasta desmontaban a la intemperie los tanques de gasolina.
El lunes, la alerta colectiva entre los zulianos escaló cuando tres vehículos se incineraron por completo, presuntamente por el recalentamiento de la bomba de gasolina o sus pilas, tal como las fallas advertidas días antes.
Uno de los vehículos se incineró mientras estaba estacionado en una gasolinera, poco después de que su chofer llenara el tanque y a pesar de que trabajadores de la estación y el dueño del vehículo intentaron sofocar el fuego.
La alcaldía marabina confirmó los 3 incendios del lunes y compartió algunas recomendaciones de los bomberos de la ciudad “en caso de llamas por combustión a bordo de un vehículo”: apartarse del canal rápido, bajar a todos los ocupantes, desconectar la batería del vehículo, llevar siempre un extintor y utilizarlo “a la base de la llama” y alejarse del automotor.
La Fiscalía y el gobierno nacional deben establecer responsabilidades sobre la gasolina “contaminada”, según el presidente de la comisión de servicios públicos y transporte del concejo municipal, concejal Daniel Ponne.
Según Ponne, quien citó cifras de los bomberos de la ciudad, 3 vehículos se incendiaron en enero en Maracaibo por la quema de la pila de la gasolina; otro en febrero; 1 en marzo; y ya suman 9 en abril.
Propuso inspeccionar los tanques de almacenamiento de las estaciones de servicio de Maracaibo, en busca de “elementos extraños” e incluso agua.
Silencio en PDVSA
La única empresa encargada de la refinación y distribución de gasolina y diésel en todas las estaciones de servicio de Venezuela, la estatal PDVSA, no ha hecho declaraciones sobre las denuncias de la baja calidad del combustible.
El gobierno de Nicolás Maduro ha tenido inconvenientes en años recientes para refinar la gasolina, que suele escasear en regiones del interior. Culpa por ello a lo que denomina como un “bloqueo” de sus operaciones financieras y petroleras por las sanciones económicas de Estados Unidos, desde 2019.
El ejecutivo de Maduro recurrió en 2021 a Irán para que le surtiera productos condensados e incluso crudo ligero, piezas y materia prima para su red de refinación de combustible.
En mayo del año pasado, el gobierno venezolano firmó un contrato con Irán para que la empresa estatal Compañía Nacional Iraní de Refinación y Distribución de Petróleo (NIORDC) también reparara la refinería más pequeña del país, El Palito, con capacidad de procesar 146.000 barriles de petróleo al día, a cambio de 110 millones de euros.
Hace dos meses, publicaciones como World Energy Trade reportaron que Irán y Venezuela iniciarían “pronto” una renovación de 100 días del Centro de Refinación de Paraguaná, el más grande del país, en Falcón, para restaurar su capacidad de destilación de petróleo.
Todos esos contratos se firmaron entre autoridades del Estado iraní y el entonces ministro de petróleo, Tareck El Aissami, quien renunció a su cargo a mediados de marzo tras estallar un escándalo de corrupción millonaria en el seno de la industria de crudo.
El ministro de petróleo iraní, Java Oji, llegó a Caracas a mediados de abril para firmar, esta vez con el sustituto de El Aissami, Pedro Tellechea, un memorando de entendimiento para la reconstrucción y renovación de refinerías, así como el desarrollo de campos de petróleo y gas. La idea, según el diario pro gubernamental Tehran Times, es “maximizar” los acuerdos previos.
Analistas del sector, por su parte, subrayan que el colapso y la falta de mantenimiento de las refinerías responden a la mala administración por parte del gobierno de Maduro y también a la corrupción en la cúpula de PDVSA.
También, resaltan el desplome de la producción de petróleo de Venezuela, que roza los 700.000 barriles por día, cuando hace dos décadas era de más de 3 millones por jornada.
Voz de América