La ONG Fundaredes denunció que más de 1.200 hectáreas de selva virgen en el estado Bolívar han sido destruidas por «una agresiva, irracional y desordenada» explotación minera.
En su informe de ambiente número 5 titulado: “El Arco Minero del Orinoco y la destrucción de la reserva natural más importante de Venezuela”, alertó que esta reserva, ubicada a lo largo y ancho de los 111.843,70 kilómetros cuadrados que conforman el Arco Minero del Orinoco, extensión que representa 12,2% del territorio nacional, alberga actividades ilícitas como el extractivismo, deforestación, tala indiscriminada de grandes extensiones de bosques, junto a la minería ilegal por parte de organizaciones criminales.
La ONG denunció que esta acción obedece a una estratégica del régimen de Nicolás Maduro para tratar de cubrir el déficit de ingresos por la crisis petrolera, desmantelamiento de las industrias básicas y las erradas políticas económicas.
En reiteradas oportunidades, Fundaredes ha denunciado la deforestación y tala de árboles, que se realiza en el Arco Minero del Orinoco a fin de preparar el terreno para la construcción de pistas ilegales, usadas para el despegue y aterrizaje de aeronaves dedicadas al narcotráfico y el contrabando de minerales.
Como consecuencia, aseguró que se ha evidenciado la fragmentación de los ecosistemas provocando una importante pérdida de la biodiversidad, contaminación del suelo y agua, aunado a una devastadora deforestación de miles de hectáreas de selva tropical, todo amparado por el régimen.
El informe de ambiente número cinco emitido por esta organización, hace hincapié en que estas prácticas no solo ocurren en los estados Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro, sino que se han extendido hacia otras entidades como Apure, Zulia, Falcón, Guárico, Miranda, Sucre y Nueva Esparta.