evtv
Venezuela

Miss Venezuela, entre el culto al cuerpo y las críticas del feminismo

Los certámenes de belleza en algunos países de América Latina, como Venezuela, son una apuesta segura para ganar notoriedad, incluso en el panorama internacional, pese a que muchos colectivos y asociaciones los tachan de ser machistas.

Conocida por muchos venezolanos como «la noche más linda del año» y con un amplio seguimiento mediático, la polémica siempre ha estado presente en este concurso.

Hace ya 50 años, un 12 de julio de 1972, un grupo de estudiantes de la Universidad Central de Venezuela, militantes de la Liga de Mujeres, irrumpieron en la gala de Miss Venezuela que se estaba celebrando en el Teatro París de Caracas.

«Las mujeres para hacerse sentir tienen que escandalizar, nosotras hicimos este escándalo para hacernos sentir y para que se sepa que las mujeres de Venezuela no están a la venta como un trozo de carne», explica en una entrevista a EFE la periodista Elizabeth Fuentes, una de las estudiantes que participaron en este sabotaje.

Sobre el gran número de personas que siguen la elección de sus candidatas, Fuentes añade que «es un concurso dañino para la cultura de mi país, porque hace que una mujer valga por lo bella que sea y las feministas luchamos contra ello, pues desvaloriza y devalúa lo que somos realmente».

La polémica en torno a este concurso se ha mantenido en el tiempo y en el año 2018 el certamen se suspendió mientras se investigaba la relación de exparticipantes con negocios ilícitos y prostitución.

Este escándalo hizo que el Comité Ejecutivo de la organización cambiara radicalmente y pasara a estar liderado por tres mujeres ligadas anteriormente a este concurso.

En este sentido, Mariángel Villasmil, Miss Venezuela 2020, aclara en una entrevista a EFE que «desde hace unos años, Miss Venezuela ha cambiado su lema y su eslogan, y ahora es un movimiento que empodera a las mujeres que tienen un mensaje».

«Todas las experiencias por muy buenas que sean tienen su parte negativa. El tema de las críticas o el acoso es uno de los escenarios a los que tuve que enfrentarme y que me llevaron a cuestionarme muchas cosas; sin embargo, este concurso ha hecho que mi voz sea más escuchada y que mi mensaje llegue a más personas, ya que es un mundo que te abre las puertas para que elijas en qué quieres desarrollarte», añade Villasmil.

En los últimos años, muchas asociaciones y grupos feministas han hecho pública su opinión negativa sobre estos certámenes, e insisten en que no van contra las mujeres participantes, sino contra de la organización en sí porque piensan que forma parte de un sistema patriarcal.

Nota completa, INGRESE AQUÍ