El caso de una persona afectada por la rozadura de una oruga venenosa en un club de Caracas se viralizó en redes sociales y ha generado alarma especialmente entre los padres que han inscrito a sus hijos en campamentos vacacionales al aire libre.
La Voz de América consultó a un especialista para aclarar algunas dudas expuestas en redes, donde han circulado imágenes de las orugas y diversas informaciones, muchas imprecisas.
La primera aclaración es que el causante de la rozadura, según las fotos divulgadas, fue una larva de la especie del género Dirphia, posiblemente D. avia y no del gusano Lonomia obliqua como circuló, explica José Clavijo, entomólogo y profesor de la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
LEA TAMBIÉN: Novo Banco confirmó la sentencia para desbloquear los fondos venezolanos
Si bien la oruga de la especie Dirphia es del mismo grupo de la sub familia del gusano Lonomia obliqua y son «muy parecidas», “no tienen nada que ver” y está “ampliamente” asentada en el continente americano.
“Son especies locales, no vienen de ningún lado, han estado aquí por cientos de años”, afirma Clavijo al describir que esta oruga tiene unos pelos conectados a una glándula venenosa, mecanismo que usan contra depredadores y, al ser rozados, producen la reacción cutánea.
“Hubo una mala identificación. Esto hay que verlo con mucho cuidado porque puede causar zozobra, no es Lonomia obliqua”, continúa el también director del Museo del Instituto de Zoología Agrícola Francisco Fernández Yépez (MIZA), adscrito a la coordinación de investigación de la Facultad de Agronomía de la UCV, en el estado Aragua.
De acuerdo a MIZA, la especie Lonomia obliqua «no ha sido reportada en la región central» del país, sólo al sur y oriente de Venezuela.
Clavijo sostiene que no conocen de casos mortales causados por la especie Dirphia, sin embargo, advierte que se deben tomar medidas de prevención, especialmente en el caso de los niños.
¿Qué se debe hacer en caso de rozadura?
En caso de rozadura se recomienda mantener la calma, no usar medicamentos sin consultar y acudir a un centro médico, especialmente si la persona involucrada es un pequeño.
La reacción, añade Clavijo, puede implicar una especie de quemadura en la zona afectada, dolor, inflamación, enrojecimiento, dolor de cabeza, vómito e incluso fiebre.
De acuerdo a un documento divulgado por el médico infectólogo y profesor del Instituto de Medicina Tropical de la (UCV), Julio Castro, también se podría presentar sangrado en el sitio de contacto.
Clavijo resalta que, hasta donde conoce, no existe un suero específico para tratar casos de rozadura con larvas de la especie Dirphia. En el caso de Lonomia sí que existe un suero, pero no está disponible en Venezuela.
Además, el experto recomienda tomar una “buena” foto del organismo y si es posible guardarlo en un envase. Para cualquier consulta sobre estos, pone a la disposición de los ciudadanos las redes sociales de la institución dedicada al estudio de la biodiversidad tropical que preside @miza.ucv en Instagram y @mizaucv en Twitter.
Ecosistema
Consultado por VOA sobre la posibilidad de que comiencen a registrarse fumigaciones masivas tal y como empiezan a reclamar vecinos en grupos comunitarios, Clavijo sostiene que “temporalmente” se eliminan las larvas, pero también otros organismos que no son objeto de las medidas de control.
Sin embargo, aclara que en caso de que se identifiquen larvas en zonas donde hay niños expuestos, habría que eliminarlas de manera «puntual».
“La educación es fundamental, tenemos que enseñar a los jóvenes a respetar la naturaleza, aprenderla a conocer y qué hacer si nos encontramos con eso. Por supuesto no estamos exentos de accidentes, pero en general, los accidentes graves son pocos, el costo del control a veces es más negativo desde el punto de vista ambiental y humano, pero es una decisión que hay que tomar viendo casos específicos”, comenta.
Hasta el momento el Ministerio de Salud no se ha referido públicamente al asunto.
VOA