El día de ayer fue publicado, por la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), el Plan de Respuesta Humanitaria 2020 (HRP, por sus siglas en inglés), el cual pretende alcanzar a 4,5 millones de las personas más vulnerables y responder al impacto de la pandemia global de la COVID-19 en Venezuela.
“Este plan tiene como prioridad atender a niños, niñas y adolescentes, mujeres, recién nacidos, personas con discapacidad, poblaciones indígenas, adultos mayores, migrantes (tanto fuera del país como retornados) y personas con enfermedades transmisibles y no transmisibles con falta de acceso a medicamentos, incluyendo las personas con VIH y las personas con la COVID-19”, aseguró el Comisionado para la ONU, Miguel Pizarro.
A propósito del lanzamiento del Plan, el Comisionado comentó: “El panorama de necesidades que abarca este plan consiste en, particularmente, acceso a alimentos, medicinas y tratamientos médicos y en el funcionamiento de la infraestructura y de los servicios esenciales, incluidos el suministro de agua, electricidad, gas doméstico, combustible y transporte”.
Asimismo, Pizarro aseguró: “Dicho plan tiene una respuesta que se divide en tres objetivos: el primero es para contribuir a la sobrevivencia y el bienestar de las personas afectadas por grupo de edad, género y diversidad, a través de una respuesta humanitaria multisectorial y bajo un enfoque de derechos; el segundo para contribuir a la sostenibilidad de los servicios esenciales y reforzar la resiliencia y los medios de vida de las personas afectadas por grupo de edad, género y diversidad; y, por último, para fortalecer los mecanismos institucionales y comunitarios para prevenir, mitigar y responder a los riesgos de protección de las personas afectadas, de acuerdo con los principios humanitarios y al respeto de los derechos humanos”.
En el plan se explica que el monitoreo y la rendición de cuentas es parte de las prioridades del Equipo Humanitario País (EHP) para que la ayuda pueda llegar de manera oportuna y bajo los principios humanitarios, a las poblaciones vulnerables que sean necesarias. De igual manera, constatan que las ONG que trabajan en las zonas rurales de Venezuela reportan limitaciones en los servicios disponibles especialmente por las fallas en el suministro de combustible y de servicios básicos, y el deterioro de las infraestructuras y flotas por falta de mantenimiento e inversiones; también la presencia de grupos armados irregulares en las zonas ha sido crítico para el acceso eficaz de la ayuda humanitaria.
“Nos preocupa considerablemente que dicho plan representa una brecha entra las necesitadas de los venezolanos y la capacidad de atención. De igual manera, consideramos necesario ampliar las metas y los requerimientos especialmente en los clústeres de seguridad alimentaria y medio de vida y nutrición”, aseguró Pizarro.
Cabe destacar que para el mes de febrero, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) 9,3 millones de venezolanos se encontraban en inseguridad alimentaria; asimismo, la Organización para las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en su informe publicado el día lunes, comentó que entre 2010-2012 la prevalencia de la subalimentación aumentó 2.5%, mientras que, durante 2017-2019 aumentó 31,4%.
De igual forma Pizarro reiteró el llamado para que se les garantice el acceso y el resguardo en terreno a todos los actores humanitarios, organizaciones nacionales e internacionales para que puedan hacer su trabajo; así como es el caso del Programa Mundial de Alimentos al cual, hasta la fecha, no se le ha permitido la entrada al país.
Finalmente, el Comisionado manifestó su reconocimiento a: “Todos los actores involucrados por los avances hacia la materialización del espacio humanitario en Venezuela” y, también, a quienes han ayudado a paliar la Emergencia Humanitaria Compleja que vive Venezuela, agravada por la pandemia de la COVID-19.