El régimen de Nicolás Maduro reemplazó 166 kilómetros de tuberías en el lago de Maracaibo en su intento de «frenar» los derrames de crudo en ese reservorio, los cuales amenazan la vida acuática en él y afectan a múltiples comunidades.
El ministro del régimen, Néstor Reverol, aseguró en un comunicado que sustituyeron 11 kilómetros de tuberías de acero con un material «más flexible».
Aseveró que la meta es reemplazar los 700 kilómetros de tuberías. En sus palabras, de esta forma «pondrán fin» a los vertidos de petróleo en el lago de Maracaibo.
Al unísono, el Ministerio de Ambiente de la dictadura destacó que «avanza» el plan de descontaminación por el verdín. Dicha bacteria afecta al comercio marítimo del lago de Maracaibo.